Poco a poco las estaciones van dando pistas de cómo será la temporada de esquí 2020-21. Lo primero es asegurar que habrá campana de nieve, como ha hecho Asturias. Lo segundo, empezar a trabajar en los protocolos y medidas de seguridad y prevención para evitar el contagio de coronavirus.

 

Según publica el diario La Nueva España, el Gobierno del Principado de Asturias no se plantea la suspensión de la temporada de esquí en ninguna de sus dos estaciones -Valgrande Pajares y Fuentes de Invierno-, salvo un avance “incontrolado” de la Covid-19.

 

Lo que sí tienen claro todas las partes, tanto el gobierno regional como los complejos invernales, es que no será una temporada a la usanza y que deberán existir medidas de prevención y seguridad específicas, como las que ya han empezado a aplicar este verano con buenos resultados en la estación de Lena.

 

Valgrande - Pajares ha abierto un remonte y la cafetería de Cueto Negro al turismo activo de bicicletas y senderismo y, aunque se registra un número de visitantes muy inferior al de invierno, se han podido mantener las distancias de seguridad y evitar el riesgo de contagio.

 

En pleno debate sobre el número de turistas que necesitan las estaciones del Principado para ser económicamente viables y el reclamado plan de inversiones en Pajares -que incluyen un telecabina-, la campana de nieve es “imprescindible” (coinciden unos y otros) tanto para Lena como para Aller.

 

Siempre que la nieve lo permita y contando con que este invierno todos los remontes hayan pasado las inspecciones correspondientes, Fuentes de Invierno y Valgrande - Pajares tienen previsto estar operativas para el primer puente de diciembre como muy tarde.

 

Hasta entonces, se trabajará en protocolos que, entre otras medidas, supondría limitar aforos, establecer una normativa para la ocupación de los telesillas y las perchas de los telesquís; También para los restaurantes y la hostelería, aunque estos ya se han aplicado durante el verano.