Cuando vemos los problemas en nuestro país con la gente que ha decidido trasladarse a sus segundas residencias a pasar el confinamiento a pesar de la prohibición de los desplazamientos no indispensables y los llamamientos de las poblaciones afectadas a que vuelvan a su casa, es el caso de la Cerdanya, pero pasa en toda España. 

Ahora sabemos que las actitudes incívicas se reproducen a miles de kilómetros, primero fue Tahoe en California quien pidió a toda la gente no residente que se marchara, ahora una población de Colorado se pone muy seria con el tema.

Según publica el medio digital Unofficialnetworks.com, la célebre pequeña población de Crested Butte ordena a todos los no residentes que se vayan a casa o que se enfrenten a penas de prisión de hasta 18 meses.

Una orden de salud pública en el condado de Gunnison, donde se encuentra Crested Butte, ha ordenado a todos los no residentes que se vayan o se enfrenten 5.000 dólares y hasta 18 meses de cárcel.

El Condado prohíbe que todos los visitantes, incluidos los propietarios no residentes, permanezcan en el condado mientras dure la situación de pandemia.

El Director de Salud Pública señala un mayor riesgo de complicaciones de la infección por COVID-19 para los no residentes que no están aclimatados al entorno de gran altitud. También citan las cargas innecesarias sobre la atención médica, los servicios públicos, los socorristas, los suministros de alimentos y otros servicios esenciales causados ​​por los no residentes.

La orden también señalaba que los visitantes estaban "creando problemas" al no respetar la orden de quedarse en casa.