El líquido elemento en todas sus manifestaciones (lagos, ríos, cascadas…) es el gran protagonista de este territorio, modelado metódicamente por el agua. El propio nombre del espacio protegido asume ese carácter y hace referencia a dos de los paisajes más típicos de la región: los cauces tortuosos donde el agua serpentea recorriendo extensas planicies elevadas, compuestas de tremedales y turberas, y la infinidad de lagos que reflejan los limpios cielos de las cimas pirenaicas.

En estas montañas de corazón acuático, se elevan duras aristas graníticas que fueron cinceladas por el abrazo impecable de los glaciares y que constituyen un magnífico telón de fondo para sus más de 270 cubetas de agua cambiante y generosa.

 

El Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de Sant Maurici está situado en el extremo noroccidental de Cataluña, en la provincia de Lleida, en plena cordillera pirenaica. Y abarca parte de las comarcas de la Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà, la Val d’Aran y el Pallars Jussà.

 

La entrada al parque se puede realizar desde varios accesos: de los que destacan dos por ser los más habituales: Boí (Alta Ribagorça), que permite adentrarse en el sector occidental o de Aigüestortes; y Espot (Pallars Sobirà), que es la puerta habitual de entrada al sector más oriental, el de la zona de Sant Maurici.

 

Otro punto de interés desde el que visitar el Parque Nacional de Aigüestortes es el teleférico, que permite ascender en menos de un cuarto de hora desde el lago de Sallente hasta el Estany Gento. Al teleférico, que constituye uno de los atractivos turísticos del Pallars Jussà, se puede llegar en coche.

 

Una vez elegido el acceso, la mejor forma de recorrer el Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de Sant Maurici es a pie -aunque también hay rutas en bicicleta-. Existen infinidad de excursiones para todos los gustos y niveles, con recorridos de poco más de una hora hasta rutas circulares para una semana entera, como la Carros de Foc.

 

Aquí os presentamos 5 de las más recomendadas, aunque sólo en este enlace podéis encontrar un total de 27.

 

 

1. Planell de Aigüestortes, lago Llong y lago Redó
 

 

Es la excursión clásica para conocer la ribera de Sant Nicolau, en el sector occidental del parque. Se puede llegar hasta Aigüestortes con el servicio público de transporte, en bicicleta o a pie, desde la palanca de la Molina, pero entonces hay que contar dos horas más de excursión.

 

El camino sigue el curso del río y, de manera suave, va ganando altura entre bosques de pino negro y llanos encantadores, como el de Aigüestortes, donde las aguas serpentean. Antes de salir hacia el lago Llong, hay que ir al mirador que se encuentra justo detrás de la caseta-refugio. Pasado el refugio de Estany Llong se llega al lago situado en un lugar maravilloso. El camino, bordeándolo cruza el barranco de Peixerani y a continuación sube suavemente para llevarnos, en unos 30 minutos más, hasta el lago Redó.  De una u otra forma, se observa el lago de Llebreta y el magnífico bosque de caducifolios que en él se refleja, así como la espectacular cascada de Sant Esperit.

 

 

 

Este camino, muy bien señalizado, ofrece una visión completa del valle del río Escrita. Desde la parte baja del valle, dominada por bosques frondosos de pino rojo, abeto y pino negro, el paisaje irá cambiando, haciéndose los árboles cada vez más escasos hasta llegar al refugio de Amitges (2.380 m).

 

Un total de 7 lagos os irán sorprendiendo a lo largo del recorrido, presidido en todo momento por la presencia de los Encantats, la cima más emblemática del parque. No se puede dejar de visitar el mirador del lago, a 5 minutos del camino principal, cerca del lago de Ratera. Poco antes de llegar se puede contemplar, a la derecha del camino, la figura del Pino de Amitges, árbol monumental, verdadero superviviente de las más duras condiciones ambientales.

 

 

 

Este recorrido nos permite disfrutar de uno de los paisajes más impresionantes del parque nacional, ya que es en esta zona donde se encuentran todas las cimas de más de 3.000 metros de este espacio natural protegido.

 

Desde cualquiera de los aparcamientos situados cerca del lago de Cavallers se puede tomar el camino que bordea el lago y llega hasta el de Riumalo, pasando antes por la cascada del mismo nombre. A partir de este punto, la ruta gana altura por un terreno rocoso y de fuerte pendiente: las Llastres de la Morta.

 

El camino va subiendo entre rocas de granito, completamente lisas y pulidas debido a la erosión que provocaron los antiguos glaciares que ocupaban el valle, hasta llegar al lago Negre, uno de los más conocidos del valle, y que se ve hundido entre paredes graníticas donde se agarran para sobrevivir los escasos pinos negros que pueden resistir las duras condiciones reinantes en estos lugares.

 

Por encima del lago se levanta el refugio Ventosa y Calvell, donde se puede dar por terminada la ruta. A partir de aquí se abre la posibilidad de recorrer toda la zona lacustre situada en la parte más alta del valle, donde se encuentran un gran número de lagos que han permanecido inalterados, como los de Travessani, Monjas, Mangades...

 

 

 

La cabecera de la Vall Fosca, ha sido notablemente alterada por la explotación hidroeléctrica de sus lagos. A pesar de todo, conserva el carácter agreste y salvaje, propio de la alta montaña. Se puede llegar hasta el Estany Gento a pie desde el embalse de Sallente (1:30h y 390m de desnivel) o bien, ahora en verano, con el teleférico que conecta estos dos puntos. Desde allí, un camino bien marcado le llevará hasta el lago de la Colomina y el refugio del mismo nombre. De allí hasta el lago de Saburó, salvará el desnivel por el Paso del Oso, sendero con escalones, abierto en la roca durante la época de construcción de las presas. El imponente relieve granítico y los lagos constituyen el atractivo de este valle de la zona periférica del parque.

 

 

 

 

Se puede acortar (2 h menos) utilizando el transporte público desde los Banhs de Tredòs hasta el camino del refugio de Colomers. Infórmese previamente de los horarios. Desnivel: 490m.

 

Saliendo de los Banhs de Tredòs, el camino nos muestra las tranquilas aigüestortes del río Aiguamòg, atraviesa era Planhòla y finalmente asciende para llevarnos al refugio de Colomers, punto de inicio de las diferentes excursiones que nos ofrece la zona.

 

El circuito que se propone, marcado con señales blancas y amarillas, comienza en el Lac Major, pasa por el Estanh Mòrt, Estanh des Garguilhs, Estanh des Cabidornats y regresa nuevamente al Lac Major. Conocerá así un bonito rincón del circo que presenta la mayor concentración de lagos de los Pirineos.

 

 

Con más de 60 años de historia, en los cuales ha pasado de tener una extensión de 9.851 hectáreas a las casi 14.000 que tiene en la actualidad, uno de los principales objetivos del parque ha sido hacer compatible el acceso de las personas con la conservación de todos sus valores naturales. Este objetivo es imposible de lograr sin la implicación de todos sus visitantes. 

 

Es muy recomendable ponerse en contacto con cualquiera de las dos oficinas de información del parque nacional - en Espot y Boí- antes de llevar a cabo una visita. Allí encontraréis documentación general y también información sobre los servicios concretos que se pueden utilizar, como el de guías-interpretadores. También te pueden ofrecer información sobre cartografía, rutas, previsión meteorológica, etc.