El hasta ahora director de Valgrande-Pajares, Felipe García Pertierra deja su cargo tras nueve temporadas al frente de la estación de esquí asturiana. Al parecer, serían razones personales y no la tensa situación por la que pasa el centro invernal del Principado cuya modernización lleva aplazada sine díe pese a llevar años aprobada.

 

García Pertierra comunicaba hace una semana su decisión de emprender otros caminos de forma oficial presentando su dimisión a José Ramón Tuero, Director General de Deportes del gobierno de Asturias y responsable del Centro Invernal. 

 

Los motivos que le han llevado a la renuncia a continuar al frente de la estación lenense son al parecer de carácter personal y la búsqueda de nuevos retos profesionales y no tendría "nada que ver con el estado actual de Pajares y la tomé (la decisión) al principio de la pasada temporada", indica el propio Pertierra. 

 

Razones contractuales lo obligan a permanecer en el cargo hasta octubre, tiempo en el que la Dirección General de Deportes del gobierno de Asturias tendrán que elegir a un nuevo sustituto.  Igualmente, durante este período, el cesante director de Valgrande-Pajares dejaría todo atado y bien atado para facilitar la transición a su relevo. 

 

 

En los nueve años al frente de la emblemática estación de la Cordillera Cantábrica, a pesar de los muchos problemas con los que ha tenido que luchar, como la falta de inversiones y el recientemente acuciado de la jubilación del Cueto Negro, su posible (o no) sustitución y los sucesivos planes y proyectos de renovación que nunca se acaban de realizar, García Pertierra ha "sobrevivido" a distintas situaciones políticas y sus correspondientes gobernantes, luchando, ciertamente con muy pocas defensas, al frente de la estación. 

 

"El balance de estos nueve años es positivo", aseguraba para continuar diciendo que "aprendí muchas cosas sobre la gestión de una instalación pública, en la que tienes que adaptarte a la legislación y los marcos normativos de una administración", agregando que en el caso de una estación de esquí "depende de factores meteorológicos que dificulta un poco más la labor, hay que estar más alerta".

 

Lo cierto es que este profesional ha tenido que bregar en una de las etapas más difíciles por las que ha pasado el centro invernal asturiano viviendo momentos críticos en los que el ajuste de gastos y cero inversiones no han permitido el avance que se merece el esquí del norte de la península, atascado, por no decir enquistado, desde hace más de una década. 

Valgrande-Pajares
 

A pesar de ello, como buen conocedor de los problemas que la gestión pública plantea a las estaciones de esquí, acuciados por la crisis económica vivida en estos años que ha provocado  numerosas prórrogas presupuestarias en el Principado, quiere dejar claro que "no hay motivos oscuros" que lo obliguen a abandonar sino que era el momento de afrontar nuevos retos laborales y "no podía presentarme a otro trabajo estando aún ocupando este puesto de responsabilidad". 

 

Le deseamos mucha suerte lo mismo que a su futuro sucesor. La van a necesitar.

Noticias relacionadas: