Después de más de 50 años de servicio, el emblemático Cueto Negro o Cuitu Negru, el telesilla de Valgrande Pajares pasará a mejor vida. Así lo decidieron los responsables de la Administración regional tras el encuentro celebrado ayer con responsables hosteleros, clubes, ayuntamientos implicados y trabajadores de esta estación asturiana y la de Fuentes de Invierno. 

 

Y es que para seguir creciendo, hay que dar paso a la juventud. El conocido remonte biplaza de pinza fija necesita de más dinero para seguir siendo una antigüedad. En 18 minutos de recorrido hasta la parte alta, el Cuitu ha estado transportando a miles y miles de esquiadores durante todo el tiempo que ha estado en servicio, y lo ha dado todo,  cierto, pero cada uno tiene su momento y sus responsables han dicho que ya es hora que descanse. Invertir 300.000 € en su mantenimiento no tendría sentido.

 

Hasta ahí estamos de acuerdo, al "pobrecico" ya le toca jubilarse, que en lo que a remontes se refiere, un lustro es mucha tela. Y bien agradecidos que le estaremos. Ahora toca sustituirlo por un flamante seis plazas (en principio era de cuatro) desembragable que haría las delicias de los usuarios.

 

Los permisos ya los tiene, la Consejería de Medio Ambiente ya dio el visto bueno hace poco; las ganas de renovar la estación son muchas, el problemas es que aún no se sabe de dónde van a salir los 7 millones que costaría.

 

Estación de Valgrande con los telesillas Branillín y Cueto Negro
 

Para completar la que sería una gran apuesta de futuro para Valgrande-Pajares, desde los clubes que frecuentan la estación se demandaba también la instalación de una cinta de debutantes, cuyo coste se estima en 90.000 €, para favorecer el aprendizaje de los noveles.

 

En el caso de Fuentes de Invierno, se necesita un nuevo estudio sobre el impacto ambiental que ocasionaría la ampliación de este centro de esquí asturiano y su posible unión con la estación leonesa de San Isidro. Un trabajo que se alargará unos meses y del que ya se verán los resultados.

 

A falta de que lleguen "los cuartos" que harían posible la instalación del nuevo telesilla que todos desean, con el buen tiempo comenzarán las obras de movimiento de tierras, desbroces y rellenos que se necesitan para realizar la ampliación de algo menos un km y no los 1,7 previstos inicialmente, ya que con el desmantelamiento del Cuitu Neru y sin su sustitución por la falta de recursos económicos, no será todavía posible.