Saas Fee: una estación de esquí de postal en los Alpes suizos
Llegada a Saas Fee, foto tomada por Lugares de Nieve en marzo 2015
La Perla de los Alpes (Die Perle der Alpen), así es conocida Saas Fee, un calificativo, según creo, que no podría ser más acertado, la estación es una joya. Situada en el valle de Saas, más concretamente en el cantón del Valais, el enclave es único: rodeado de bosques, glaciares y picos de más de 4000 metros de altitud como el Allalin (4027m) o el Dom (4545m), este último es el pico más alto de Suiza ya que el Materhorn se encuentra en el límite con Italia y se lo dividen ambos países.
Panorámica del Valle de Saas
El viaje
Para llegar hasta Saas Fee podéis elegir varias opciones, volar a Ginebra o Zurich. Desde ambos aeropuertos salen trenes a Visp y de allí, tomar uno de los autobuses hasta la estación de esquí. Por todos es conocida la puntualidad de los trenes en Suiza, asi que con cualquiera de las dos formas acertaréis. Elijas la que elijas, llegas si o si. Yo me decanté a la ida por Zurich.
Máxima puntualidad en las conexiones internas con transporte público: En este país, todo funciona como un reloj (Suizo, naturalmente)
El recorrido en ferrocarril dura aproximadamente tres horas que se hacen muy amenas gracias a los paisajes y ciudades que se ven durante el recorrido. No dejéis la cámara de fotos muy lejos ya que os será de gran utilidad en el transcurso del viaje. Una vez en Visp, al bus. Salen con bastante frecuencia (cada 30 m aproximadamente) y en menos de una hora os plantan en Saas Fee.
Una panorámica de Saas Fee
De la terminal de autobuses podéis llegar al hotel caminando o llamando para que os vengan a buscar. Prácticamente todos los hoteles ofrecen éste servicio. Es muy curioso, según llegas, te encuentras un teléfono con un listado de prefijos de cada uno de los hoteles; marcándolo, te pones en contacto directo con ellos y en menos de 10 minutos te recogen en una especie de microbus eléctrico tipo TucTuc.
El hotel
Lo mismo que de tiendas, bares y restaurantes, Saas Fee tiene una gran oferta hotelera. Yo elegí el Bristol ya que se encuentra muy bien situado a pie de pistas, muy cerca de la zona de debutantes. Las vistas desde la habitación son de postal, un río, las propias pistas, el bosque y al fondo arriba, el glaciar junto a picos que superan de sobra los 3000 metros de altitud.
El Hotel Bristol está muy bien situado a pie de pistas
El Hotel Bristol fue construido en el año 1963 por el instructor de esquí y guia de montaña Othmar Bumann. Actualmente lo regentan su hijo Reto y su mujer Isabella, así que os imaginaréis que se respira montaña por todas sus esquinas. Tienen todo adecuado para que vuestra estancia sea de lo más placentera: habitaciones amplias y confortables, vistas que quitan el hipo, guardaesquis... También una salita a modo de vestuario dónde hay un calentador de botas para cada uno de los clientes. Además, la comida es exquisita, ¿que más se puede pedir?.
A la mañana siguiente, me preparo para ir a pistas y reunirme con los chicos de Turismo y Marketing de Saas Fee y que me expliquen un poco los detalles de la estación. En el país de la puntualidad, me presento como un reloj en la base de el telecabina Alpin Express que es uno de los principales remontes que salen desde la base. Como suizos que son, llegaron incluso antes que yo, y eso que clavé la hora.
Las vistas de esta estación de los Alpes te dejan alucinado
Las montañas
Mientras subimos me van comentando detalles como que si miras a tu derecha verás el pico Dom (4545 m, el más alto dentro de sus fronteras) o que más abajo se encuentra el primer telecabina construido en la estación, de un llamativo color naranja. Con más de 50 años y funciona como un reloj (suizo, claro está). Arriba está el glaciar (coronado con el pico Allalin de 4029 m) dónde me cuentan que es posible esquiar en los meses de verano. En él está situado, entre seracs, grietas y hielos milenarios, un snowpark que tiene una pinta deliciosa, .
En Saas Fee es fácil que te encuentres con Pros de la talla de Frederik Kalbermatten, rider local y gentes del "ski & snowboard" que andan en otra liga
El Glaciar
Una vez que desembarcamos en la cabecera del Alpin Express, nos dirigimos hacia el Metro Alpin, un transporte bajo tierra que nos habrá de dejar en la parte más alta de la estación, todo en unos 5 minuto y a unos 3800 metros de altitud. Desde ahí puedes deleitar tus ojos con unas vistas impresionantes sobre el glaciar, los "Seracs" o bloques de hielo milenarios y las grietas que los rodean, hasta 14 cuatromiles entre infinidad de picos que dominan todo el valle de Saas.
Saas Fee es también conocida como la Perla de los Alpes (Die perle der Alpen)
Si decidís desayunar algo más en el glaciar, es posible y aconsejable, ya que tendréis la oportunidad de hacerlo en el Threesixty, en la cima del Mittelallalin (3456 m) posiblemente el restaurante más alto del mundo, que por demás es giratorio. Tened cuidado de no dejar vuestras cosas pegadas a la ventana, el local gira sobre sí mismo 360º grados en más o menos una hora; casi pierdo la funda de mi cámara por éste motivo, el restaurante gira, las ventanas no.
Desde la salida del restaurante en la cima del Mittelallalin
En pistas
Una vez que hemos cargado las pilas, nos disponemos a bajar por unas pistas cuidadas y perfectamente pisadas dónde no encontraréis ni un sólo cordón aunque lo busquéis. Los descensos parecen autopistas, le comentaba a Raphi, amigo, compañero y guía de la estación.
Vistas de algunos de los muchos Seracs que hay a pie de pista
En un periquete nos plantamos en la parte media del glaciar; os recomiendo que os toméis el día con calma aprovechando, por ejemplo, para disfrutar de las vistas, las pistas son largas, muy largas, y si vais muy "a fuego", terminaréis agotados antes de empezar. Tened en cuenta que estáis esquiando o surfeando a más de 3000 metros en buena parte del dominio y si no estáis acostumbrados, la altitud os puede pasar factura.
Según bajamos nos encontramos los primeros Seracs, unas tan curiosas como peligrosas formas o columnas de hielo resquebrajado, alrededor de los cuales hay profundas grietas tapadas por la nieve durante el invierno. Disfrutad de su milenaria existencia y belleza, pero no os fiéis ni tampoco os acerquéis demasiado. Tras ellos según bajas, se encuentra el snowpark de verano, que como ya os decía antes y ahora os corroboro, tiene una pinta deliciosa.
Panorámica de la parte media del Glaciar y de la estación con el pico Dom coronando
En la parte media de la estación existe una de las pistas más inclinadas de toda Suiza, y según me comenta Ralphi, la más empinada de toda la estación, Es la Panorama, pero está tan sumamente bien pisada y hay tan poca gente, que se le puede dar bien a gusto. Poco a poco las pistas se van bifurcando y se multiplican las opciones de bajadas, Saas Fee no es una estación exageradamente grande, contará aproximadamente con unos 100 km de pistas entre sus tres principales sectores.
Un placer para cualquier amante de la nieve
En la parte media del glaciar nos encontramos un divertidísimo snowpark lleno de cajones de dificultad media, peraltes y algún que otro salto. Se sitúa en la mitad de dos tramos de pista anchas como un campo de fútbol y de inclinación media; lo cierto es que estos suizos se lo montan de lujo, podréis también encontrar repartidas por la estación diferentes áreas de esquí cronometradas con sus puertas tipo slalom gigante y demás.
Si viajáis por Suiza, y en particular si os acercáis a Saas Fee, no olvidéis tener a mano una cámara, los paisajes son extraordinarios
Seguimos descendiendo para dirigirnos hacia la parte inferior de la estación que quizá sea la que más pistas de diferente nivel tenga, incluidas zonas amplias, bosques y caminos. Según pude observar, tan solo vi un par de telesillas, el resto son telesquís o telecabinas.
Raphi regalándose en el park de Saas Fee
El Snowpark principal
Siguiendo nuestro recorrido hacia la base de la estación, nos encaminamos hacia el snowprak principal de Saas Fee. En él hay construidas dos líneas de kickers muy bien diferenciadas, con un radio de curva y recepciones bastante cómodos para finalizar en un par de pirámides súper-divertidas de aquellas que te dejan volar lo que quieras dependiendo de la velocidad que lleves, claro.
Los kickers varían de tamaño, desde los más pequeños con un par de metros de plano, a los medios de entre 4 y 8 m o los más grandes de unos 12.. La linea de jibbing (barandilas, cajones...) resulta bastante divertida con rails, kinks, neumáticos, wallrides y muchas más cosas.
No os sorprendáis si veis a chavales que no os llegan a la altura de la cintura pegarle a todos los módulos como si estuviesen jugando en un parque de columpios. Es lo más normal. También es frecuente ver gente algo más mayor con un nivel muy alto.
El bosque
Saas Fee es una estación bastante más familiar que otros ski resorts de la zona, así que es fácil que hagas buenas migas con los locales y es probablemente eso lo que la convierta en un lugar muy especial.
Después de disfrutar del park principal, mi guía Raphi y yo seguimos nuestro descenso hacia la parte más baja de la estación; a partir de ahí comienzan las zonas de bosques y caminos de esos que te apetecen recorrer sin parar una y otra vez y buscar líneas entre sus árboles. Se trata de pistas de dificultad media, (rojas y azules) dentro de un entorno idílico y perfectamente cuidado. A pesar de que hacía varios días que no nevaba, el espesor y la calidad de la nieve daban más que de sobra para adentrarse en la arboleda sin repetir traza.
Una de las zonas de bosque. De lo mejor de la estación
Tengo que reconocer que no pude resistirme a quedarme buena parte del primer y segundo día en esta zona, es como si el bosque te llamase. Una vez abajo, de la base de la estación sale un telecabina azul llamado Plattjen que asciende a otra zona boscosa plagada de "pilows" (piedras tapadas con nieve en forma de almohada) que te quitarán el hipo, siempre que el espesor de la nieve te lo permita, of course.
En la cabecera del Plattjen existe un restaurante/ mirador que merece la pena visitar y aprovechar para tomar un descanso antes de enfrentaros a un descenso en el que encontraréis varias opciones, bajar por las pistas o desviaros por alguno de los caminos que os dejarán otra vez a la base de la estación.
Pilows con el pueblo al fondo. Si el espesor lo permite y si tu nivel es suficiente puede ser muy divertido
Este sector da mucho juego, además, el telecabina te deja tan rápido arriba que podrás repetir tantas veces como quieras. Para los que sois aficionados a la fotografía os aconsejo que os deis al menos un par de vueltas por ésta zona, ya que el marco es brutal, os volveréis locos haciendo fotos. La zona de camino transcurre por zonas de bosque alucinantes; la pista tiene una inclinación muy suave lo que os permitirá disfrutar tanto del paisaje como de vuestros giros.
No dudéis parar de vez en cuando en el lateral de la pista para tomar algunas fotos, de verdad que merece la pena.
Después de varios descensos en esta increíble zona, decido bajarme a la base de la estación . Toca echar un vistazo al sector de debutantes. Una vez ahí, te das cuenta de por qué salen tan grandes esquiadores en este país. Lo tienen todo preparado al más mínimo detalle para que tanto el esquí y el snowboard sea como un juego para niños.
Algunas pistas de la zona de debutantes de Saas-Fee se adentran en un encantador bosque de abedules
La zona de debutantes cuenta con dos pistas en línea recta, otra que bordea un bosquecillo de Abedules, y otros tantos recorridos entre los árboles, como el lugar me pareció mágico, no dudé ni un momento en adentrarme en él. El trazado es divertidísimo, un montón de dubbies, peraltes y pequeños saltos os pondrán una sonrisa de oreja a oreja.
Como habéis podido ver, Saas Fee tiene mucho que ofrecer: esquí, snowboard y paisajes idílicos. Sin olvidar su excelente gastronomía. Pero ésto no es todo, ni mucho menos. Después de haberme pegado una gran esquiada, en mi caso una surfeada de órdago, tocaba reponer fuerzas y tomarse algo por ahí, y este es, sin duda, otro de los puntos fuertes de esta estación suiza.
Panorámica de Saas Fee
El Aprés-Ski
Cuando terminas de "darle zapatilla" a la nieve, comienza una nueva singladura. A pie de pistas, la oferta es muy variada: más de 40 restaurantes con todo tipo de comidas; bares y terrazas, tiendas y mucho, mucho ambiente. El Aprés-Ski de esta estación es brutal, los suizos saben como pasárselo bien y cómo hacer para que disfrutéis como enanos.
A partir de las16 horas las calles se convierten en un hervidero, sobre todo en temporada alta
Merece la pena, por cansados que os encontréis después de esquiar y de un rato en alguna de la terraza de los hoteles, que os deis una vuelta por el pueblo para visitar las construcciones típicas de Suiza que aún hay en pie y en bastante buen estado. Se trata de pequeñas casas de madera que le dan un toque alpino muy auténtico.
Construcciones típicas de Suiza en Saas-Fee
Para terminar, la oficina de Turismo de Suiza me tenía preparada una sorpresa: conocer el Wellnes-Spa de Saas Fee, de reciente construcción. La verdad es que no suelo frecuentar éstos lugares, pero creo que después de haberlo probado, la cosa va a cambiar.
El Spa tiene de todo, Saunas, baños Turcos, Gimnasio, salas de masaje, hidroterapia, y cientos de cosas más que no se muy bien ni para que sirven, pero que tienen pinta de sentar pero que muy bien.
Un rato en el Wellness- Spa de Saas Fee y pareces otro
El trato en todos lados es muy amable, quizá el único pero es que al estar en Suiza resulta un poco cara, pero si te lo montas bien, la experiencia es extraordinaria. La esencia alpina se nota por todas partes y traspasa la piel. Merece la pena conocer esta estación.
Para terminar, quiero expresar mi agradecimiento tanto a la Oficina de Turismo de Suiza en España como a la de Saas Fee por el exquisito trato que he recibido y en particular a Raphi Ruegg y Bruno Schaub por hacer de guías tanto en pistas como en el Après-ski. Sin duda, yo también soy uno de los muchísimos #EnamoradosDeSuiza que "habemos" por el mundo.
Ubicación del reportaje
Noticias relacionadas
- 1 of 5
- siguiente ›