Los "Profes" de las escuelas de esquí de Panticosa y trabajadores de esta estación Aramonesa se marcaron un descenso de antorchas que hizo historia. Hacía 40 años que una "Serpiente de Fuego" no llegaba hasta el bonito pueblo de Panticosa con la única diferencia que esta vez se hacía por la pista de Estrimal, inaugurada este año por el Grupo Aramón y que hace posible la unión de la estación con la localidad oscense.

 

 

Maria Josefa Belío, una veterana esquiadora recordaba los tiempos en que se bajaba por la Pala de Petrosos y había que parar en Estrimal; eran los años 70, una década en que se inició la llamada Operación Aguilucho, en la que los chavales del Valle del Tena y Biescas aprendían a esquiar a la vez que seguían con los estudios en sus escuelas. Hoy, muchos de aquellos niños son los que enseñan a las nuevas generaciones.

Seguro que estos descensos de fuego por la Estrimal de Aramón Panticosa se convertirán con los años en un clásico del esquí.