Los Alpes franceses son, tradicionalmente, uno de los lugares elegidos por los esquiadores españoles para comenzar y para poner fin a la temporada de nieve. Su proximidad por carretera -la mayoría de las estaciones a menos de 8 horas en coche de Barcelona-, sus cotas altas -por encima de los 3.000 metros- y sus grandes dominios esquiables -con más de 200 kilómetros de pistas- las convierten en un referente del esquí del turismo de nieve de la Península.

Hace aproximadamente 15 años aparecieron en las estaciones de esquí de los Pirineos los primeros airboard. Se trata de una modalidad de deslizamiento a medio camino entre el trineo de toda la vida y un hidrospeed de agua puesto a la nieve. Es bastante fácil de controlarlo y disfrutarlo tirándose pendiente abajo sobre la nieve. Pero: ¿Dónde aprender?

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Si eres un apasionado del esquí y no te puedes permitir ir más que una, o a lo sumo dos veces por temporada a la nieve, vale la pena que las aproveches. Son muchos los esquiadores y familias de esquiadores que se hallan en esta situación.