El 14 de julio de 1865, el escalador británico Edward Whymper alcanzó la cima (4.478 m) de la gigantesca montaña en forma de pirámide que comparten Suiza e Italia, junto con su equipo de cordada. En esta dura hazaña perdieron la vida cuatro de los siete montañeros, y desde entonces las crestas del Matterhorn son muy codiciadas por alpinistas de todo el mundo –cada año intentan ascenderlo 3.000 escaladores– y estamos hablando, posiblemente, de una de las montañas más fotografiadas de todo el planeta.