La nieve aprieta pero no ahoga y como cosa natural, no puede estar en todas partes al mismo tiempo. Así, ha ocurrido una vez más que cuando estábamos sufriendo con otro largo anticiclón, que para unos era cosa agradable y soleada mientras que para otros fastidioso y con ganas de que se apartara para dejar paso al mal tiempo, es decir, al bueno (según se quiera ver), de nieve justitos de no ser muy, muy al sur.