Esquiar en Chile es sinónimo de deslizar por las cumbres más altas del continente americano, con pistas a casi 4.000 metros de altitud. A diferencia de su vecina Argentina, los precios de los tickets de los centros de esquí de Chile no son lo que se dice baratos (ninguno baja de los 40 dólares diarios), ni tampoco el alojamiento en las propias estaciones, aunque sí en sus proximidades.