Red Bull siempre busca con sus acciones promocionales que nadie se quede indiferente. Por eso durante el pasado mes de enero, la marca austriaca se llevó a Max Verstappen, piloto revelación de la temporada en el Mundial 2015 de Fórmula 1, a las montañas de los Alpes austríacos. Concretamente hasta la estación de esquí de Kitzbühel, que fue escenario de un espectacular road show del joven holandés al volante de un RB7 de la temporada 2011 preparado para deslizarse a toda velocidad por la nieve.

 

 

El resultado fue un vídeo espectacular. Para hacer posibles las imágenes, además de la destreza de Verstappen a los mandos del Red Bull, se utilizaron todos los medios disponibles, se transportó el monoplaza hasta las pistas de esquí en helicóptero. Además los ingenieros del equipo prepararon un setting para conducir en condiciones extremas de nieve.

 

 

Equiparon inicialmente al coche con unos neumáticos de clavos Pirelli Sottozero, pero el vehículo no ofrecía el rendimiento esperado respecto a la estabilidad, debido a ello añadieron unas flamantes cadenas para mejorar la adherencia.

 

Max Verstappen no se cortó un pelo y se lanzó ladera abajo a todo gas en un circuito cerrado al público, aunque más de 3.500 esquiadores y snowboarders que disfrutaban del día de esquí en la magnífica estación austriaca pudieron presenciar la acción desde escasos metros de distancia.