No se trata de una broma, como tampoco lo fue en su día la noticia que Nigeria tendría representación en los Juegos Olímpicos de Corea del Sur. Ahora es México quien ha anunciado que llevará una delegación de cuatro deportistas a las Olimpiadas de Invierno de Pyeongchang.

 

Y eso que México sólo cuenta con una única zona de esquí en el país. Se encuentra en el municipio de Arteaga, a solo 15 km del centro de Saltillo. La pista principal tiene una longitud de 230 metros y es considerada “nivel azul” por la inclinación de su pendiente. Aunque son muchos los mexicanos que practican deportes invernales en Estados Unidos y Canadá, cuyas estaciones de esquí son relativamente cercanas y accesibles.

 

 

La delegación mexicana estará conformada por cuatro deportistas Sarah Schleper, Roberto Franco, Rodolfo Dickson y Germán Madrazo. Sarah Schleper competirá en la disciplina de eslalon gigante.  Antaño, esta esquiadora participó con la delegación estadounidense y ahora representará a México después de casarse y obtener la doble nacionalidad. Schleper ha competido en cuatro Juegos Olímpicos de invierno y seis Campeonatos Mundiales, en representación de Estados Unidos; en 2017 compitió por vez primera en un Mundial con la Bandera de México.

 

 

Roberto Franco es el otro competidor mexicano con doble nacionalidad. Él competirá en la prueba de estilo libre, es originario de Sacramento, y tiene la doble nacionalidad por su madre que es norteamericana y su padre mexicano. Su motivo para representar a México es porque la familia de su progenitor siempre lo ha apoyado en todo momento.

 

 

El tercer mexicano que estará en los Juegos Olímpicos es Rodolfo Dickson, en la disciplina de Super Gigante. Nació en Puerto Vallarta, fue adoptado por una pareja de estadounidenses y decidió competir por México en Pyeongchang.

 

 

El último representante será Germán Madrazo, que se aventuró hasta Islandia para clasificar en esquí de fondo y convertirse en el cuarto mexicano clasificado a Pyeongchang 2018. El queretano será el atleta mexicano número 51 en la historia de la participación del país centroamericano en los Juegos Olímpicos de Invierno.

 

Esta delegación mexicana está empatada con la que participó en Salt Lake City 2002  y sólo es superada históricamente por los 24 que asistieron a Albertville 1992 y los 12 de Calgary 1988. La delegación mexicana nunca ha ganado una medalla en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno. Su mejor participación fue el undécimo puesto que consiguió el equipo de bobsleigh en St. Moritz 1928.