No hay intrusismo laboral en las estaciones de esquí de Aragón, pero hay más consumo de drogas. Son los dos titulares que ha dado la Unidad de Policía Nacional Adscrita a la Comunidad Autónoma de Aragón (UPA), que durante la temporada 2018-19 ha realizado un total de 58 inspecciones en las pistas aragoneses, tanto del Pirineo oscense como de Teruel.

La vigilancia de las estaciones de esquí por parte de la UPA empezó dos años atrás, en 2016-17, después de que lo reclamaran los propios centros invernales. En aquel primer invierno se detectaron 16 casos de intrusismo profesional -6 en 2016 y 10 en 2017- por ninguno desde entonces, un dato que no es baladí porque son "conductas de las que se deriva el riesgo potencial de provocar accidentes que podrían involucrar a terceros", según recogen Radio Huesca y el Heraldo de Aragón.

En cambio, han aumentado las denuncias por consumo de drogas durante la práctica del esquí y el snowboard. En las 58 inspecciones realizadas por la UPA -por 107 la temporada anterior- en Aramón (Cerler, Formigal-Panticosa, Javalambre y Valdelinares), Candanchú, Astún y el centro de esquí nórdico de Llanos del Hospital, se han detectado 12 casos.

Uno más que el invierno anterior con muchas menos controles, en la totalidad por llevar o fumar porros de cannabis o marihuana.

Además de velar por la seguridad de los usuarios, estas inspecciones de la UPA en las estaciones de esquí tienen por objeto prestar colaboración para garantizar el normal funcionamiento de las instalaciones y supervisar las actividades sometidas a la ordenación o disciplina de la comunidad autónoma.

La información completa en El Heraldo de Aragón.