La nieve es caprichosa. Mientras, las nevadas han sido copiosas desde otoño en algunas zonas como los Alpes franceses, en otras partes como los sistemas montañosos de la península Ibérica o Norteamérica han sido decepcionantes.

 

Como sucede en nuestro país, si bien la mayor parte de las grandes estaciones estadounidenses están abiertas para esquiar, la nieve en cantidad brilla por su ausencia y quizás en uno de los sitios más evidentes es en Mt. Hood, Oregón, aunque también ocurre en Utah, Colorado o Wisconsin. Recordemos que la temporada pasada fue una de las mejores de la historia en la costa este norteamericana, con varias estaciones que acumularon la mayor cantidad de nieve de su historia.

 

Algunas canadienses con cotas bajas también tienen problemas, es el caso de Whistler Blackcomb en la Columbia Británica, que presume normalmente de grandes cantidades de nieve, pero que este inicio de temporada está teniendo dificultades en las partes bajas debido a las lluvias y el tiempo cálido. Algo que le ocurre cíclicamente cuando los vientos marítimos del sur soplan en esa zona. Ya pasó en el 2010 con las Olimpiadas.
 

 

 

 

 

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La nieve en la base de Timberline Lodge es de apenas 66 centímetros (que ya querrían para sí muchas estaciones de aquí), pero es que allí, por lo general, el 1 de enero, la capa de nieve promedio es de casi dos metros en la parte superior de la Silla Pucci a 1.828 metros de altura.

 

 

La última vez que hubo menos nieve el 1 de enero fue hace 34 años en la temporada 1989/90, cuando se registraron 38 cm de nieve en la base.

 

A principios de diciembre parecía que iba a ser un buen comienzo de temporada, ya que se habían registrado más de dos metros de nieve. Desafortunadamente, una subida de las temperaturas y la lluvia diezmaron la capa de nieve.

 

La vecina Mt. Hood Meadows incluso cerró sus operaciones debido a una tromba de agua.

 

 

Los modelos de pronóstico coinciden en que el clima se volverá frío y húmedo a mediados de la primera semana del año y permanecerá así por un tiempo. En las primeras dos semanas del año deberían caer entre medio metro y más de un metro, lo que debería permitir que se abran más pistas y estaciones de esquí.
 

 

 

Normalmente, el telesilla Palmer permanece cerrado durante todo el invierno hasta finales de la primavera para su temporada de campamentos y entrenamiento de verano.

 

Mientras Mt. Hood Meadows ha utilizado la técnica del “cultivo de nieve” para mover nieve de otras partes de la montaña para rellenar y parchear las pistas.

 

Es importante recordar que las condiciones de nieve en Norteamérica pueden mejorar rápidamente, y no se puede generalizar. La mejor opción es consultar con la Agencia de Viajes o directamente con la estación de esquí. Dado que es un país extenso con cientos de estaciones y experimenta un clima muy activo cada invierno, obtener información actualizada garantizará una mejor experiencia.

 

Mientras no llegue la nieve en cantidad, ya sea en España o en Estados Unidos, hay que hacer lo posible para poder seguir esquiando.