Este invierno, Vars y Risoul operarán la Forêt Blanche, su área de esquí común, por separado. En consecuencia, los esquiadores no podrán disfrutar de las pistas de esquí de las dos estaciones con un solo forfait... "No se ha llegado a un acuerdo con respecto a la mejora de los flujos de esquiadores entre las dos estaciones, Vars operará su área independientemente de la de Risoul", dijo Christian Reverbel, director de Sem Sedev, que opera los remontes de Vars.

 

Al otro lado de la montaña, las instalaciones de la estación de Risoul son gestionadas por el grupo Labellemontagne. "Durante varios años, las dos compañías operadoras han estado renegociando las condiciones de las contraprestaciones basadas en la ponderación de los forfaits de los esquiadores en el área conectada al Forêt Blanche, habiendo expirado el acuerdo anterior. Desde el año pasado se ha llevado a cabo una auditoría que indica la distribución precisa de los esquiadores en toda la zona de White Forest y Risoul", explica Reverbel.

 

 

Para entender el problema hay que entender el contexto. La estación de Vars tiene una zona de esquí más grande que Risoul. Muchos esquiadores compran su pase en Risoul, pero utilizanlos remontes Vars. Para compensar, Vars recibe un pago anual de su vecino.

 

Esta suma de dinero pagada por Risoul, basada en una serie de criterios, está en el centro del conflicto este año. "Este sistema de reversión ya no se corresponde en absoluto con la realidad de las cosas. Queríamos ponerle fin y comenzar de nuevo sobre una nueva base saludable".

 

Las conclusiones de la auditoría encargada para determinar el nuevo acuerdo es que Risoul debía pagar a Vars 866.000 euros y la operadora Labellemontagne solo estaba dispuesta a pagar 400.000 euros.

 

El vínculo entre Vars y Risoul existe desde 1976 y durante este tiempo, como cualquier matrimonio, han tenido sus rencillas, pero nunca hasta el punto de cerrar el Forêt Blanche.

 

Las consecuencias del cierre serán múltiples, sobre todo tras dos años de Covid que han desequilibrado las economías de las estaciones, así como una crisis energética que amenaza todas las cuentas de resultados.