Un año después del accidente de un teleférico en Italia que causó 14 muertos y 1 menor herido, todavía sigue sin saberse porqué ocurrió.

 

 

La cabina está a punto de alcanzar la cima (100 metros antes de la última pilona), en uno de los puntos más altos, donde discurre más despegado del suelo.

 

Las imágenes de una cámara de vigilancia muestran cómo se suelta de su anclaje en el siguiente soporte del teleférico y cae. Se estrella en una pendiente empinada entre los árboles, en la orilla occidental del lago.

 

 

El accidente se habría evitado si los frenos de emergencia previstos para tales casos hubieran enganchado un segundo cable, el cable portador. Sin embargo, fueron bloqueados por un dispositivo de bifurcación porque se decía que anteriormente habían causado interrupciones operativas.

 

El Poder Judicial investiga a 12 personas, según dice la fiscal Olimpia Bossi. Los restos del accidente permanecieron en la montaña meses para facilitar la investigación y no se retiraron hasta noviembre.

 

El informe de los expertos se espera para el 30 de junio. Solo entonces está claro cómo proceder. El "Corriere della Sera" informó el 16 de mayo, citando a un informante, que se sospechaba que el cable de tracción roto se había oxidado.

 

"La tragedia del teleférico fue un gran trauma para los ciudadanos", explica la alcaldesa de Stresa, Marcella Severino. Los hoteles y restaurantes en la montaña se quejan porque ningún turista puede subir en el telecabina, que permanece cerrado.

 

 

El asunto aún no había terminado. En Italia, la batalla por la custodia continúa en el tribunal de menores, que designó a una tercera persona como tutor de Eitan.

 

Mientras, siguen las incógnitas de cómo pudo ocurrir el accidente. Políticos y expertos se reunieron a principios de mayo para intentar implementar un sistema seguro e "innovador" en un corto período de tiempo.