Las principales estaciones de esquí de verano en los Alpes y Escandinavia han visto reducidas sus operaciones a mínimos históricos.

 

 

Esta situación ha afectado gravemente la conservación de la nieve, con el sol interminable y la lluvia cayendo sobre las capas glaciares, acelerando el deshielo.

 

El Matterhorn Glacier Paradise en Zermatt y Cervinia, Suiza-Italia, es el único centro en los Alpes que aún cuenta con más de 10 kilómetros de pistas esquiables, mientras que Saas Fee han visto sus operaciones limitadas a solo 8 kilómetros debido a las temperaturas cálidas.

 

Hintertux, en Austria, uno de los centros de esquí durante todo el año, se ha visto obligado a cerrar temporalmente ante la imposibilidad de mantener las condiciones adecuadas para el esquí.

 

 

En Italia, -alr margen del Cervino- Passo Stelvio es la última área abierta actualmente, con solo 4 kilómetros de pistas disponibles, una situación alarmante para un lugar que solía ofrecer más pistas en estas épocas.

 

Esta estación, que opera exclusivamente en verano, ha visto cómo el deshielo excesivo y las altas temperaturas han limitado sus operaciones, lo que plantea serias dudas sobre la viabilidad de continuar ofreciendo esquí en años venideros.

 

En Escandinavia, la situación no es mejor. La ola de calor que azotó el Círculo Polar Ártico provocó el cierre anticipado del glaciar Fonna en Noruega el 16 de agosto, mucho antes de su habitual fin de temporada en septiembre.

 

Otros centros de esquí de verano en Noruega, como Stryn y Galdhøpiggen, también se han visto afectadas por las condiciones meteorológicas.