Tres esquiadores de montaña italianos murieron este jueves en una avalancha en Val di Rhemes, en el Valle de Aosta, Italia.

 

Sus cuerpos fueron encontrados el viernes por la mañana, después de que el Cuerpo Nacional de Salvamento Alpino suspendiera la búsqueda el jueves por la noche debido a la oscuridad.

 

 

Fue Matteo Giglio, el instructor que los acompañó en el grupo de cuerdas, quien pidió ayuda y sobrevivió.

 

 

Tras la subida a la cima con las «pieles de foca», estaban descendiendo cuando la nieve se desprendió bajo sus esquís y se hundió en el valle.

 

 

Uno de los tres fallecidos era Lorenzo Holzknecht, de 39 años, campeón de esquí de montaña. Nacido en Sondalo y criado en Bormio, en su carrera ganó un oro, una plata y dos bronces en los campeonatos del mundo, además de dos oros, una plata y un bronce en los campeonatos de Europa.

 

Los otros dos desaparecidos son Sandro Dublanc, del Valle de Aosta, de 44 años, monitor de esquí de Champorcher, y el financiero Elia Meta, de 37 años, de servicio en el cuartel de Entreves.

 

 

 

Inmediatamente, buscó a sus alumnos, con la ayuda del dispositivo de investigación de avalanchas (el Arva). Una vez identificados a lo largo del “flujo”, a poca distancia unos de otros, comenzó a cavar con una pala para extraerlos de la nieve. Ninguno daba señales de vida, los rostros ya estaban azules.

 

Al estar en una zona donde no hay señal telefónica, Giglio decidió descender: le tomó alrededor de una hora, con solo un esquí y un bastón, llegar a un punto más abajo donde el teléfono comenzó a funcionar y pudo dar la alarma.

 

Los equipos de rescate y sanitarios fueron trasladados en helicóptero hasta el refugio de Benevolo, a 2.300 metros de altitud, y desde allí continuaron pie. Debido a las malas condiciones climáticas, no fue posible llegar al lugar de la avalancha ni por tierra ni por helicóptero. Las operaciones se suspendieron a las 7:00 p. m. y se reanudaron el viernes por la mañana, cuando se pudieron hallar los cuerpos.

 

El presidente de la región de Valle de Aosta, Renzo Testolin, ha trasladado ya sus condolencias a los familiares de los fallecidos. "Perdemos a tres alpinistas que soñaban con continuar su camino encaminado a convertir su pasión en profesión. Su desaparición forma parte de una serie de trágicos accidentes que este año han asolado los Alpes y que instan mantener alta la atención y el compromiso en el tema de la seguridad en la montaña, en el que la región pretende seguir invirtiendo", ha manifestado.

 

En la parte alta de Val di Rhemes, el peligro de avalancha en estos días es "considerable", índice 3 en una escala de 5.