La estación invernal de Valgrande Pajares permanece abierta, desde el pasado sábado, únicamente con un uso turístico debido a la falta de nieve para la práctica del esquí.

 

La estación aún tiene esperanzas de volver a abrir en Semana Santa, pero sin cañones de nieve artificial se antoja difícil.

 

El sistema de nieve artificial resultó dañado durante los trabajos de instalación del telecabina y aún no está reparado. Se calcula que podría tener un coste cercano a los 300.000 euros y parte del material necesario ya está en la estación, aunque los trabajos no se han acometido.

 

Paradójicamente, el remonte, cuyas obras dañaron el sistema de nieve artificial, se ha convertido en el principal motor de Pajares y la comarca de Lena desde su puesta en funcionamiento.

 

 

El telecabina Cuitu Negru ha duplicado el número de usuarios por temporada hasta alcanzar las cifras más optimistas. Un estudio de la Cámara de Comercio de Oviedo fija en 100.000 el número de usuarios del complejo invernal lenense este invierno.

 

Ignacio Iglesias, director del Área de Desarrollo Empresarial en la Cámara, revela al diario La Nueva España que "el impacto económico del telecabina en el valle de Lena es ya de 12 millones de euros adicionales", es decir, 12 millones de euros más que otros años, con lo que esta temporada ya se podría dar por amortizados los 9,7 millones que costó el nuevo remonte. Además, Iglesias añade que "se han generado 200 nuevos puestos de trabajo".

 

 

El impacto de la telecabina ha sido muy importante pese a que este año la temporada de esquí apenas ha durado dos meses. Si la temporada de esquí hubiese sido como la del año pasado, el impacto del telecabina sería aún mucho mayor.

 

Por ahora, sin nieve suficiente, Pajares sigue dando pasos para tratar de avanzar en la desestacionalización. Así, el fin de semana proponía una ruta para visitar la cascada del Ortigalón y luego subir en el telecabina para reponer fuerzas en la zona alta de la estación, con servicio de cafetería.