“Este récord indica que la industria del esquí de EE. UU. goza de muy buena salud y que la demanda de ocio al aire libre sigue siendo fuerte. Hubo señales de ello durante la temporada 2020-21, ya que las realidades de la pandemia de covid-19 llevaron a más personas a buscar actividades al aire libre”, señala la asociación en un comunicado.

 

 

Todavía hay algunas estaciones de esquí en funcionamiento, por lo que el número seguirá creciendo, pero no de manera significativa, según la NSAA.

 

 

Otras regiones con aumentos del número de días de esquí fueron el noreste, el medio oeste y el suroeste del Pacífico. Solo dos regiones, el sureste y el noroeste del Pacífico, informaron disminuciones en las visitas de esquiadores en comparación con 2020-21.

 

 

Para el próximo invierno, la inversión de capital de las estaciones de esquí podría alcanzar un máximo histórico, con un total de 728 millones de dólares. Durante las últimas tres temporadas, los resorts han invertido un promedio de 16 dólares por visita de esquiador en sus operaciones, que se ha traducido en nuevos remontes y la expansión de dominios.

 

Otro dato significativo es que, por tercera temporada consecutiva, los pases de temporada superaron a los de un día en porcentaje de visitas de esquiadores. Los abonados de temporada suponen el 51,9% de las visitas a nivel nacional, siendo los forfaits de día el 37,3% de las visitas (el resto lo reclaman empleados fuera de horario, productos complementarios, etc.).