Esto supone -entre otros- no construir nuevas instalaciones y aprovechar las existentes. Y si no las hay en condiciones, establecer sinergias con otros centros de esquí próximos.

 

En Cortina, la pista de trineo, donde se disputan las pruebas de bobsleigh y skeleton y que se usó para los Juegos Olímpicos de 1956 y fue sede de nueve campeonatos mundiales, cerró hace 13 años -en 2009- por razones financieras. 

 

Desde entonces, las curvas y peraltes se han ido deteriorando y en la actualidad la pista no cumple con los requisitos para competir, por lo que habría que construir una nueva.

 

Sin embargo, el COI ha sugerido que, en lugar de gastar los 50/60 millones de euros necesarios para reconstruir la pista de Cortina, el trineo, el bobsleigh y el skeleton podrían disputarse en otra sede.

 

Es una solución que ya se ha adoptado con el snowboard y freestyle, que se celebrarán en Livigno porque Cortina d'Ampezzo no cuenta con el espacio y las instalaciones para albergar todas las disciplinas de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.

 

 

Ante la necesidad de buscar sedes para el bobsleigh y el skeleton, hay varias ciudades que ya se han ofrecido. Si bien en un principio se habló de la vecina Suiza (St. Moritz), las que realmente se han ofrecido son Innsbruck-Igls (Austria) y Oberhof (Alemania).

 

Si bien Innsbruck-Igls está más cerca, su pista también está muy desactualizada y ya no cumple con las pautas internacionales, con lo que se requiere una importante renovación de varios millones de euros, todavía no cuantificada.

 

La ciudad alemana de Oberhof, en el bosque de Turingia, está más lejos de Milán, pero es un destino con una gran tradición en los deportes de trineo y la pista de bobsleigh, luge y skeleton ha sido motivo de hasta cinco reformas en los últimos años. La más reciente, en 2020, renovó el techo, se redefinieron muchas curvas y se mejoraron las salidas y pabellones.