La entrenadora de esquí alpino iraní, Samira Zargari, no ha podido asistir al campeonato mundial que se celebra estos días en Cortina d’Ampezzo (Italia) porque su esposo le ha prohibido viajar, según han informado medios iraníes.

 

La agencia de noticias ISNA y el diario Shargh no dan detalles de los motivos por los cuales el esposo no permitió a su esposa subir al avión. Lo que se sabe es que a última hora, Samira Zargari, que debía acompañar al equipo femenino a Italia, fue sustituida por Marjan Kalhor.

 

Tampoco ha proporcionado ninguna información hasta ahora, la federación de esquí de Irán.

 

Los cuatro componentes de la selección de esquí iraní qe han idoi a Cortina son Atefeh Ahmadi, Sadaf Savehshemshaki, Forough Abbasi y Marjan Kalhor.

 

Lo que se sabe es que, a última hora, Samira Zargari, que debía acompañar al equipo femenino a Italia, fue sustituida por Marjan Kalhor.

 

 

El alcalde de Cortina d’Ampezzo, Gianpietro Ghedina, dijo a la prensa italiana: “No evalúo las costumbres ni las regulaciones de otros países. Pero estamos organizando un evento deportivo que, sobre todo, da la bienvenida a personas de todo el mundo. El deporte suele ser algo que une, no divide”.

 

Este tipo de situaciones no son nuevas y ya en 2015 la futbolista Niloufar Ardalan se quedó en casa en lugar de viajar a los Juegos Asiáticos de Malasia por la prohibición de su esposo, el periodista Mehdi Tutunchi, que alegó que la competición internacional coincidía con el primer día de colegio de su hijo.

 

Un par de meses después, un tribunal anuló la prohibición, permitiendo a Ardalan viajar al extranjero para competir en otros eventos.

 

Desde la revolución islámica de 1979, los deportes femeninos se han vuelto gradualmente más populares, especialmente el fútbol. Sin embargo, las mujeres todavía tienen que cumplir con las reglas sociales, como cubrirse el cabello con hiyab durante los juegos.

 

Desde 1981, estaba prohibido a las mujeres ingresar a los estadios para ver eventos deportivos masculinos. La regla se levantó temporalmente en 2019, cuando a las mujeres se les permitió ingresar al estadio Azadi de Teherán para ver el partido de clasificación de Irán para la Copa Mundial 2022 contra Camboya, después de que la FIFA amenazara con suspender a Irán del torneo.