Un debate recurrente, el modelo turístico del Pas de la Casa, más cerca de cualquier ciudad de playa como Benidorm o Magaluf que de una estación de esquí. Hace una semana unos 2.000 jóvenes belgas pasaron unos días en el Pas y el sábado por la noche organizaron una macro fiesta de despedida.

El 'Snowbreak 2017', un festival que aglutina cientos de universitarios belgas y que este año eligieron el Pas de la Casa como destino

Este tipo de turismo de nieve y fiesta aporta dinero pero también ruido y comportamientos incívicos debido al alcohol. La asociación de vecinos del Pas de la Casa se queja amargamente de los disturbios que afectan al descanso de los residentes y de la mala imagen que genera al pueblo.
 

El turismo "low cost" o de borrachera, un fenómeno que invade muchas localidades costeras del país vecino e incluso prestigiosas estaciones de esquí de los Alpes
 

Desde Iniciativas turísticas del Pas consideran que la solución pasa por restringir a una zona concreta la estancia de este tipo de turismo. Por su parte, los vecinos llevan años reclamando un nuevo modelo, que sea capaz de atraer otro tipo de visitantes. Esta demanda choca con los intereses de algunos sectores empresariales que defienden los ingresos que genera este tipo de turismo low cost y de fiesta.

La asociación de vecinos asegura que los disturbios perturban la tranquilidad y el bienestar de las familias, hasta el punto de que en la escuela se han detectado casos de niños que han visto afectado su rendimiento debido a la falta de descanso. 

En temporadas pasadas el exceso de alcohol y poca educación de algunos de estos turistas provocó graves enfrentamientos con la policía local del Pas de la Casa, hasta el punto de tener que pedir refuerzos para contenerlos.