El agua preocupa, o mejor dicho, la falta de ella, y con el inicio de la temporada de esquí, la producción de nieve se ha vuelto tema sensible, polémico y motivo de debate en el Parlament de Catalunya.
Ayer, el Govern reiteró que sus seis estaciones de esquí -gestionadas a través de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya- no gastan "ni un litro de agua de beber" en la producción de nieve, pues es un proceso que se lleva a cabo mediante un circuito cerrado propio de cada instalación, en palabras de la portavoz, Patrícia Plaja.