El viernes, 12 de enero, fue el último día de búsqueda del esquiador de montaña desaparecido el sábado de la semana pasada cerca de la estación de esquí de Formiguères. Aunque este viernes la visibilidad era deficiente, con viento y nieve, los equipos de rescates hicieron un último intento para encontrar al esquiador de 60 años que desapareció cuando se disponía a iniciar el descenso del Pico de mortiers (2605 m). Era conocedor de la zona y tenía práctica en la modalidad.

 

Justo antes de bajar con los esquís un golpe de viento le hizo perder uno, al que acababa de quitarle la piel de foca que se utiliza para el itinerario de subida. El esquí despareció por la pendiente y él se equipó con unos crampones para ir a recuperarlo. A partir de este momento se le perdió de vista y su compañero de salida en skimo fue quien dio la alerta. La búsqueda la han protagonizado equipos de rescate de dos departamentos y es que el pico de Mourtis es fronterizo entre los Pirineos Orientales y Ariège.