Pero la dicha no fue completa, porque fueron precisamente las excavaciones para cimentar las estaciones de salida del telecabina que dañaron las canalizaciones de los sistemas de innivación y dejaron a Pajares sin poder producir nieve artificial, lo que obligó a cerrar la temporada a mediados de marzo, antes de lo que hubiera sido deseable.

 

 

 

El diario La Nueva España informa que aunque la nieve artificial no es la panacea, y no se pueden cubrir desde cero todas las pistas de la estación, lo cierto es que son sistemas muy necesarios, porque ayudan tanto a aumentar los espesores como a construir una capa inicial sobre la que luego se asienten las precipitaciones para una mayor duración de la nieve natural.

 

 

La prueba del éxito del telecabina y de la temporada en Pajares es que, de media, pasaron por las pistas 1.329 personas cada jornada de apertura. Un año antes, el balance era menos de la mitad, 552 esquiadores de media al día.

 

 

Ahora, el éxito del invierno podría repetirse en verano y es que precisamente para desestacionalizar la temporada se construyó el Cuitu Negru.

 

 

Se han remodelado varios descensos ya existentes y se trabaja para habilitar nuevos, y poder contar con una de las mejores ofertas para los amantes del descenso, de toda la península.

 

También se han habilitado varias rutas de senderismo y desde la estación tiene previstas varias citas deportivas y campamentos para niños y niñas de 10 a 17 años.