Habían pasado 31 años desde que una esquiadora estadounidense no ganaba en Aspen, cuando lo logró Tamara McKinney, por si fuera poco, Shiffrin ha logrado la mayor diferencia en un slalom desde que en marzo de 1968 la francesa Florence Steurer ganase con tres segundos de ventaja en Abetone. 

 

La estadounidense, se impuso a todas en Aspen con 3”07 de margen sobre la segunda clasificada, la eslovaca Veronika Velez Zuzulova, y 3”36 respecto a la tercera, la sueca Frida Hansdotter. 

 

Shiffrin ya dió un aviso de sus intenciones en la primera manga, en la que consiguió una ventaja de 1.38 respecto a Velez-Zuzolova y 1.82 a Hansdotter. Fue en la segunda bajada cuando la esquiadora de Vail "machacó" a sus rivales consiguiendo una renta superior a los tres segundos.

 

 

 

A la conclusión  de la carrera Shiffrin no podía esconder el estado de nerviosismo que se había apoderado de ella al inicio de la prueba. El error en el gigante precedente cuando tenia el triunfo al alcance, y la presión de correr en cada podían jugar en su contra, pero Mika –campeona olímpica, del mundo y tres veces ganadora de la disciplina del SL de la Copa del Mundo– ha sabido superar la situación con clase. “Al principio me estaba volviendo loca. Todo el mundo podía ver mis ojos. Estaba nerviosa. Pero me dijeron que sólo tenía que hacer el slalom que realizo cada día, y tras las dos primeras puertas ya no me sentia nerviosa”.

 

La de este sábado es la victoria número 16 de la esquiadora de Atomic tras 71 carreras en la Copa del Mundo, la 15ª en slalom, desde que debutara en la competición el 11 de marzo de 2011 en el gigante de Spindleruv Mlyn, República Checa.

 

Shiffrin se resarce así de su fallo en el gigante disputado el sábado en esta misma estación, que no pudo acabar al caerse a tres puertas del final tras haber sido la mejor en la primera manga. La norteamericana se coloca al frente de la general de la Copa del Mundo con 180 puntos, 20 más que la italiana Federica Brignone y 30 de margen sobre la suiza Lara Gut.