En estas condiciones, los mayoristas, importadores, fabricantes, minoristas, empresas de alquiler y otros comerciales australianos del sector están en crisis. Por ello, las Industrias de Snowports de Australia (SIA), la patronal que agrupa las empresas de deportes de invierno, han pedido al gobierno ayudas financieras urgentes.

 

 

Con la ciudad de Melbourne bloqueada, los remontes y las pistas cerrados en dos de los principales centros turísticos victorianos y otros que funcionan solo con los residentes, la industria de la nieve no se sustenta por ningún lado.

 

"Necesita asistencia desesperadamente", dijo el presidente de SIA, Edward Fortey, en un comunicado. Y añade: “Los minoristas, alquileres de esquí, bares, restaurantes, refugios y otros negocios emplean principalmente trabajadores locales y de temporada. Muchas empresas ahora tienen cero rotación”.

 

Según cálculos de la SIA, sector de la nieve australiano aporta más de 2 mil millones de dólares anuales a la economía y es uno de los mayores empleadores en la región, con más de 20.000 puestos de trabajo a tiempo completo.

 

En el verano austral y a causa de los grandes incendios forestales, el negocio turístico en Nueva Gales del Sur y Victoria ya quedó tocado y con las esperanzas puestas en la temporada de invierno.

 

 

De hecho, Selwyn Snowfields, en las montañas nevadas de Nueva Gales del Sur, se vio tan afectado por los incendios forestales que no puede abrirse en todo este invierno, lo que significa que no hay negocios de nieve en ciudades como Tumut y Adaminaby. Lake Mountain, operado por el gobierno de Victoria, muy popular entre los esquiadores de fondo y practicantes infantiles de snowboard, también está cerrado, lo que significa que no hay visitantes de en Marysville y Narbethong.

 

 

Otro ejemplo, el Treats Cafe, que ha registrado un 80% menos de ingresos o Auski, el mayor minorista de nieve en de Melbourne, con un volumen de negocios del 90 por ciento menos en julio.

 

También cobran importancia los esquiadores y practicantes de snowboard que se dirigen al hemisferio norte, Japón y, en menor medida, a Canadá durante el verano de Australia y que representan entre el 30 y el 65 por ciento de su negocio y, con las fronteras actualmente cerradas, se espera que también repercuta en estos países.