Hace unos meses, casi un año en realidad, recién llegados a la alcaldía Ada Colau y Barcelona en Comú, en una de sus primera actuaciones como regidores municipales, tiraban por tierra el proyecto de esta ciudad para presentarse como candidata a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de 2026. Ahora, el consistorio catalán parece haber dado marcha atrás y ha vuelto a poner sobre la mesa el proyecto.

 

El asunto comenzaba a los pocos días de ser elegida Ada Colau como máxima responsable del Ayuntamiento de Barcelona, en lo que pareció un golpe de efecto, cuando cesaba fulminantemente a Oscar Grau, director de la Candidatura Olímpica Barcelona-Pirineus, sin mediar palabra, para unos días después, guardar sine die la propuesta en el cajón porque "no es una prioridad para el nuevo gobierno municipal" según sus propias manifestaciones de hace casi un año. 

 

Ada Colau es alcaldesa de Barcelona desde las elecciones de 2015
 

La recién estrenada alcaldesa y su equipo fueron criticados, no ya por su falta de interés en el proyecto sino por la falta de diálogo con otras partes implicadas, como distintas comarcas y ayuntamientos del Pirineo, que verían con buenos ojos la candidatura olímpica por lo que suponía de inversión con la que acelerar el desarrollo económico en aquellos territorios. Tras el "carpetazo", y debido a las presiones en sentido contrario de Convergencia, ERC y PSC, se emplazaba a recuperar el diálogo en un pleno celebrado en el ayuntamiento. 

 

Pues bien, parece que estas presiones han dado su fruto y la pasada semana, se reunía la Comisión No Permanente de Estudio de la Candidatura de Barcelona a los JJOO de invierno 2026 en la que el 3er teniente de alcalde de la Ciudad Condal, Jaume Asens, abría la puerta a una posible consulta para dar una "oportunidad" pues, al fin y al cabo, serviría como "excusa para tirar adelante unas infraestructuras reivindicadas en el territorio" (catalán), tal como manifestaba Jordi Fábrega, diputado de Infraestructuras Viarias y Movilidad de la Diputación de Barcelona.

 

Esquí de fondo en el Paseo de Gracia de Barcelona. Foto: archivo Blog Luis Soravilla
 

A esta Comisión ha sido invitado Oscar Grau, ex-director de la Candidatura Barcelona Pirineus 2026 destituido en su momento por BComú, que presentaba en su informe un coste de unos 1400 millones de euros para la organización de los JJOO, la mitad de los cuales corresponderían al Gobierno de España, Generalitat y Ayuntamiento y el resto a empresas privadas. 

 

Los Juegos, según Fábrega, supondrían un impacto económico para Catalunya de más de 7500 millones de euros, además de otros 3500 en plusvalías y la creación de unos 70.000 puestos de trabajo en 7 años. Los datos se desprenden del análisis realizado por el Departamento de Estudios del Área de Economía, Empresa y Ocupación y Gabinete Técnico de Programación del Ayuntamiento de Barcelona del año 2010 que se presentó para la anterior candidatura de 2022 y deberían ser actualizados para la nueva propuesta de 2026.

 

Sigue la pugna de Barcelona por ser sede de los JJOO de Invierno 
 

Por tanto, según el comunicado de la oficina de prensa del Ayuntamiento, ante una realidad económica distinta hoy por hoy, en una nueva propuesta para el año 2026 se tendría que tener en cuenta la actual situación y ceñirse a las posibilidades que tanto Barcelona como las comarcas del Pirineo implicadas se pudieran permitir para afrontar la creación de infraestructuras, tan necesarias por otro lado, para afrontar una aventura de estas dimensiones con realismo y sostenibilidad. 

 

A falta pues, de un estudio actualizado, poco a poco se está entrando en razón y hay movimientos favorables para que, al menos, el proyecto no siga entre telarañas en el cajón consistorial, toda vez que no todos están de acuerdo con seguir adelante: Jordi Clausell, de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) ha pedido "dar carpetazo" al proyecto olímpico en defensa de otros intereses prioritarios para la ciudad proponiendo, retando más bien, a hacer una consulta a los ciudadanos sobre si desean o no, ser sede de unos Juegos de Invierno.

La pregunta está en el aire: ¿entre todos la mataron y ella sola se murió, o seguirá adelante Barcelona con los Juegos? He ahí el dilema.