Al menos 23 personas murieron entre el viernes por la noche y este sábado a consecuencia de las fuertes nevadas que han aislado a miles de personas que visitaban una estación de esquí en la región de Galyat, al norte de Pakistán, a 70 kilómetros de la capital, Islamabad.

 

Los fallecidos, entre los que hay nueve niños, quedaron atrapados en sus vehículos en medio del temporal cuando las temperaturas bajaron a - 8 °C, según confirmaron los servicios de rescate de la ciudad de Murree, que ha sido declarada oficialmente zona de catástrofe.

 

 

Los soldados consiguieron rescatar a los ocupantes de miles vehículos varados por la intensa nieve y dar mantas y comida a otros, pero muchos quedaron atrapados y murieron congelados por hipotermia o por intoxicación por monóxido de carbono, al poner la calefacción del coche y dormirse.

 

 

Las fuertes nevadas en Murree y las regiones del norte de Pakistán fueron predichas por el departamento meteorológico del país y se produjeron como parte de una ola más amplia de clima frío que afectó a la región, incluido el lado indio del Himalaya.

 

Las autoridades culpan del desastre a un gran número de turistas que no tuvieron en cuenta los pronósticos meteorológicos. Pero los críticos con el gobierno consideran que las autoridades locales iban mal equipadas y no estaban preparadas para hacer frente a situaciones de emergencia.

 

 

 

De hecho, los residentes llevan días dedicados a la distribución de comida y mantas a los turistas varados, informa Europa Press. Por su parte, el Gobierno paquistaní ha ordenado el cierre entero de la zona para impedir la llegada de más visitantes, según explicó el ministro del Interior, Rashid Ahmed.