Este mes de febrero, @_marco_skiing ha esquiado en sus entrañas y ha grabado un vídeo que nos permite trasladarnos a su interior, aunque lo mejor es ir y vivir la experiencia en la propia piel, o mejor dicho, sobre los esquís o la tabla de snowboard.

 

Sus 476 metros de longitud iluminados bajo la montaña y la vista impresionante del valle al final del túnel, lo merecen.

 

Si no quieres llegar a Austria, a mitad de camino, hay otro túnel esquiable, el de Alpe d’Huez, aunque tiene menos de la mitad de la longitud del de Silvretta.

 

 

 

 

“Túnel des Grandes Rousses”, se halla en el tramo inicial de la pista negra Le Tunnel. Nada más salir el teleférico, el primer muro de la pista te conduce a la entrada del famoso túnel. Tiene 200 metros de longitud excavados en la roca y unos pocos metros de ancho y una ligera pendiente del 3%. Durante el trayecto se pueden observar pequeñas capillas y santuarios dedicados a montañeros que perdieron su vida o eligieron ese mágico lugar para depositar sus cenizas.

 

A la salida del túnel, hay que tomarse su tiempo para disfrutar de una vista excepcional de los Alpes y luego sí, nos espera uno de los descensos más empinados del mundo. La pendiente media es del 70% y hay que bajar por un sector de baches hasta el Lac Blanc.