A todos nos gusta cumplir años, pero pocos llegan a los cien. Quien sí lo va a hacer es el tren eléctrico de Guadarrama, el ferrocarril que ha llevado a más madrileños a esquiar desde Cercedilla al Puerto de Navacerrada (1.850 metros).

La efeméride se cumplirá en 2023 y para conocer la historia de tan carismático tren hablamos con Chus Martín Merino, una de las impulsoras de la plataforma Salvemos Navacerrada y que ha escrito el ensayo “Caminos de Hierro, caminos de Guadarrama”.

Foto: Jose M. Hernando.

El texto narra los inicios del proyecto ferroviario en un tiempo donde todavía no se habían construido las grandes líneas que atraviesan los Alpes; sus dificultades técnicas debido a la orografía o la construcción del túnel de Navacerrada, “la obra de mayor envergadura de todas las del ferrocarril”, que “cruza por debajo de la divisoria de las dos provincias (Madrid y Segovia) en su máxima cota 1.860 metros a una profundidad de 94 metros y que tiene una longitud de 681,60 metros”.

Más allá de la obra civil, Chus Martín Merino, destaca la importancia que tuvo el eléctrico del Guadarrama en toda la sierra y que desembocará en la creación de la estación de esquí de Cotos (actualmente cerrada).

Foto: "El Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama"

Tampoco se olvida de todos los elementos que surgieron en el paisaje a raíz del tren, como la capilla de la Virgen de las Nieves, construida con piedra de granito y techo de madera -en la actualidad restaurado e impermeabilizado- por los mismos promotores del ferrocarril, “un pequeño templo que ha servido tanto para oficiar servicios religiosos como de posada y refugio de montañeros”.

La inauguración oficial de la nueva línea tuvo lugar el 12 de abril de 1923 y, desde entonces, con la Guerra Civil de por medio y los cambios en la sociedad, el tren eléctrico de Cercedilla a Navacerrada ha pasado por distintas fases de esplendor y declive y ha llegado hasta nuestros días como uno de los medios de locomoción que más esquiadores ha llevado a esquiar y que ha permitido a miles de madrileños la posibilidad de practicar deportes de nieve.

Llegada de Alfonso XII al acto de inauguración del tren.

Su futuro ahora, como nos dice la impulsora de Salvemos Navacerrada, sigue ligado a la estación de esquí, que se halla en una batalla legal para no tener que cerrar parte de sus pistas, lo que supondría el fin del esquí alpino en el Puerto.

El ferrocarril mientras continúa su curso y tras la reconversión de la Sierra de Guadarrama en Parque Nacional, han aparecido diversas reivindicaciones que reclaman la prolongación de la línea hasta Valdesquí, para así dotarla de un transporte público inmune a las inclemencias meteorológicas y sustituir el transporte por carretera por uno menos agresivo y más sostenible.