Previsión meteorológica para el invierno ¿Cómo será la temporada 2021-22?
Imagen de una nevada en la autopista en Montreal, Canadá.
Cuando llega el mes de octubre -ya son seis años- nos vemos en la tesitura de hacer pronósticos casi malabaristas para intentar dilucidar que nos puede deparar el próximo invierno. Cabe aquí mi pequeño acto de insumisión crítica hacia estas previsiones más allá de cinco días, que tanto demandan los lectores.
Dicho esto, ¿Qué nos deparará el próximo invierno? ¿La nieve llegará a tiempo? ¿Hará el suficiente frío para alargar la temporada hasta abril? ¿Tendremos una nueva tormenta Filomena?, para intentar contestar estás cuestiones vamos a ver los pronósticos de 6 modelos, las tele-conexiones y finalmente daremos nuestra opinión.
Cuando el sol va perdiendo su altura a medida que avanza el otoño nos viene un solo pensamiento a la cabeza y esta vez con más ganas que nunca: frío y la llegada de la nieve.
No podemos dejar de lado que este año venimos de muy abajo, desde el mismo infierno del esquí con pocas posibilidades de estar en plena naturaleza y disfrutar de nuestro deporte favorito por culpa de la pandemia. Todo apunta a que este invierno tiene que ser el de la vuelta a una cierta normalidad, tan necesaria para muchas poblaciones en las zonas de influencia de las estaciones de esquí. Para una normalidad completa solo nos faltará que llegue la nieve y el frío. Por esto vamos a analizar los diversos modelos de largo plazo y las conexiones meteorológicas.
Con una La Niña marcada, la temporada de esquí 2016/17 fue una de los mejores en la historia de América del Norte, sobre todo de su costa este. Hablamos de cifras que duplican en algunos casos la media y que superan los 17 metros de nieve. Foto Kirkwood (California), el 11 de enero de 2017, 275 cm de nieve en una sola tormenta.
La situación: Vuelve la Niña y lo hace con fuerza
Primero de todo, a nivel global hemos de decir que volveremos a tener una situación de La Niña en el Pacífico. Esto quiere decir que en esa zona la temperatura del mar va a ser más baja de la habitual. En los trópicos las variaciones experimentadas en el clima global por efecto del fenómeno de La Niña son radicalmente opuestas a las variaciones ocasionadas por El Niño.
Durante la fase de la Niña se produce un debilitamiento de la corriente contra ecuatorial, los vientos alisios se hacen más potentes y se fortalece la corriente ecuatorial del sur, especialmente cerca del ecuador, arrastrando aguas frías que disminuyen las temperaturas del pacífico tropical oriental y central.
Situación provocada por la Niña durante el invierno y en verano. Fuente Columbia University
Las predicciones para el próximo mes de noviembre de 2021 indican una probabilidad del 60 % de que continúen las condiciones neutras del ENSO, y la probabilidad de que se instaure un episodio de La Niña es del 40 %. En estos momentos ningún modelo predice la aparición de condiciones compatibles con un futuro El Niño. Se prevé que los valores de temperatura de la superficie del mar en el Pacífico centroriental oscilen entre 1,1 y +0,1 grados Celsius con respecto a la media.
Gráfico de cómo se produce el fenómeno del Niño y la Niña, fuente NOAA
Si nos vamos más allá, para el período de diciembre a febrero se prevé una probabilidad mayor de que se produzcan unas condiciones típicas de La Niña, de modo que para entonces las diversas probabilidades se distribuyen del modo siguiente: 70/80 % para La Niña, 25 % para unas condiciones neutras en cuanto al ENSO y 5 % para El Niño. Por lo tanto, parece ser que tendremos la Niña y será bastante intensa el próximo invierno, por debajo de -1.5º C, incluso algún modelo apunta a -2ºC. El invierno pasado tuvimos una situación de La Niña de -1ºC.
Anomalías de temperatura negativas para el centro del Pacífico (Niña), NOAA
En general la Niña trae grandes sequías en el África Oriental, la costa Atlántica de Sudamérica y el medio Oeste de los EE. UU, y grandes inundaciones en Australia, Indonesia, Filipinas, Sudáfrica y América Central.
Recordemos que el fenómeno El Niño/La Niña (llamado ENSO) tiene una influencia mucho más clara y patente en las estaciones de esquí de América del Norte. Aunque las últimas investigaciones han encontrado ciertos patrones de correlación en Europa.
Los últimos estudios indican que la fase de La Niña tiene un efecto mucho más moderado sobre Europa que El Niño. Tiende a producir inviernos más moderados en el norte de Europa (particularmente UK), e inviernos más fríos en el suroeste de Europa, incrementando los episodios de nieve en el Mediterráneo. Por contra, las precipitaciones tienden a verse disminuidas.
Estos efectos son mediados por la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), que determina el tiempo en la región atlántica, particularmente en invierno, y que se ve afectada no solo por ENSO sino por otros factores más.
Gráfico NAO para octubre 2021
6 modelos estacionales frente a frente para este invierno
El tercer factor a tener en cuenta sería el de los modelos meteorológicos estacionales o de largo plazo previstos para los próximos meses, de diciembre enero y febrero. Iremos a las sedes donde se confeccionan los mapas desde Estados Unidos pasando por Alemania, Reino Unido, el modelo Francés, el Europeo y el Canadiense.
Empezamos por el modelo americano suministrado por la NOAA. Según este modelo, las temperaturas para los meses de diciembre a febrero se mostrarán ligeramente por encima de la media. Entre medio grado y un grado a nivel del suelo. Por contra, las precipitaciones serían las que tocarían, por lo tanto, nevadas garantizadas, quizás en alturas más elevadas de lo normal.
Variación de la temperatura media para diciembre-febrero, fuente NOAA modelo NCEPVariación de la precipitación media para diciembre-febrero, fuente NOAA modelo NCEP
Modelo de UK Met Office: Los británicos "como siempre..." predicen unas temperaturas a 850 hPa (unos 1.500 m) para estos meses por encima de la media. El modelo pronostica entre un 50 a 60% de posibilidades de que sean más altas que la media. Por lo que respecta a las precipitaciones la situación será de absoluta normalidad, con este guión las nevadas a cotas relativamente altas no van a faltar según este modelo.
Variación de la temperatura media a 850 hPa para diciembre-febrero, fuente Meteo Office
Variación de la precipitación media para diciembre-febrero, fuente Meteo Office
Modelo Alemán DWD: Los alemanes también van en la dirección cálida, las temperaturas a 850 hPa serían algo más elevadas de lo normal, en este caso de diciembre hasta febrero, entre un 40 a un 50 % de probabilidad de ser más altas de la media. Por contra, las precipitaciones entre normales para el invierno o algo más abundantes de lo normal
Variación de la temperatura media a 850 hPa para diciembre-febrero, fuente DWD
Variación de la precipitación media para diciembre-febrero, fuente DWD
Modelo Francés Meteofrance: Aquí ya cambiamos de tercio y apuestan por una estabilidad de la temperatura siendo las normales para el invierno, lo que significa frío, que es lo que ha de suceder en esta época del año. Las nevadas serian entre normales y potencialmente abundantes en el interior de la península Ibérica, Pirineos y los Alpes. Vive la France!
Variación de la temperatura media a 850 hPa para diciembre-febrero, fuente Meteo France
Variación de la precipitación media para diciembre-febrero, fuente Meteo France
Modelo Europeo ECMWF: El modelo europeo se muestra como uno de los más fiables en los últimos años. En esta ocasión nos señalan unas temperaturas también normales en general, puntualmente algo más altas, pero que estarían en consonancia con lo dicho anteriormente. Las precipitaciones también las que tocarían, con algún punto con una menor acumulación de nieve en el Cantábrico.
Variación de la temperatura media a 850 hPa para diciembre-febrero, fuente ECMWF
Variación de la precipitación media para diciembre-febrero, fuente ECMWF
Variación de la temperatura media a 850 hPa para diciembre-febrero, fuente ECCC
Variación de la precipitación media para diciembre-febrero, fuente ECCC
La particular opinión del meteorólogo
Con todos estos elementos y poniendo nosotros nuestra particular cereza en el pastel, nos aventuramos a pronosticar que, este invierno debería ser en general normal con temperaturas entre normales o ligeramente más altas de la media y sobre todo unas precipitaciones en la media o dicho de otra forma, normales. Lo que asegura las nevadas durante los meses invernales. Otra cosa será que estas precipitaciones lleguen en el momento adecuado para mantener la calidad de la nieve y que vaya nevando con regularidad.
El factor "La Niña" pienso que puede aportar ese plus de aire frío a zonas de latitudes más bajas con lo que estaríamos en una situación a priori buena. Así pues, ¿nevadas? las que tocan en un invierno medio, pero con alguna sorpresa mediterránea en cotas bajas sin descartar otra Filomena.
Las piezas ahora mismo en latitudes polares del hemisferio norte indican generación de aire frío almacenado. Podríamos decir que este año, según los modelos, sería a priori parecido al anterior. Veremos que sucede finalmente.
Josep Tomàs i Bosch
www.polfred.com
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