Los minutos de gloria pueden resultar muy caros. Tanto que no hay quien quiera pagarlos. Según ha evidenciado Peter Schröcksnadel, presidente de la Federación austriaca de esquí (OSV), las pruebas de Descenso en los Juegos Olímpicos podrían tener los días contados.

 

El esquí en Austria es deporte nacional, por lo que las declaraciones de su máximo representante han conmocionado a todo el país, orgulloso de las siete medallas de Oro que posee, desde la del vigente campeón Mattias Mayer a la del tricampeón olímpico Toni Sailer, el primero en ganar en tres de las disciplinas alpinas (slalom, gigante y descenso) en unos Juegos Olímpicos de Invierno, los celebrados en Cortina d´Ampezzo en 1956.

 

 

La razón principal está, como no, en la pasta. Además del coste que supone mantener y preparar una pista de Descenso para un evento deportivo de la magnitud de unos JJOO, hay que añadir que en la retrasmisión de las pruebas por televisión, la audiencia solamente responde tímidamente cuando compiten los 25 mejor clasificados y es únicamente a partir de que estén a punto los diez o doce mejor clasificados cuando se engancha el público aumentando de manera estratosférica el nivel de share de la retrasmisión. El resto, son los llamados minutos de la basura en los que apenas nadie sigue la retransmisión. 

 

El hecho ya se ha puesto de manifiesto por los canales televisivos correspondientes y podría ser un hecho para los Juegos Olímpicos de Pekín en 2020 y si bien el DownHill (DH) o Descenso es a las competiciones de invierno lo que los 100 m lisos en los de verano, a pesar de que en el minuto de oro, osea el momento decisivo, haya millones de televidentes, una vez acabada la participación de los mejores, el resto de la retransmisión carece de interés por lo que no merece la pena ponerlo en antena. Cosa que no ocurre en otras pruebas más técnicas como el Slalom (SL) o el Gigante (GS).

 

 

Nadie lo quiere creer, pero así es como están las cosas. Las alarmas han saltado en el Mundo Blanco de la competición y ya se está intentando buscar la solución al problema de cómo enganchar al público durante todo el descenso; una de ellas sería disputar no una, como actualmente, sino dos mangas, ya que los mejores clasificados de la primera, saldrían los últimos en la segunda tal como ocurre en las pruebas técnicas (SL o GS). Otra de las posibilidades que se barajan sería realizar unas pruebas clasificatorias que decidirían la posición en la línea de salida por las medallas. 

 

¿Se os ocurre alguna idea?