El Día de la Bastilla, la fiesta nacional de Francia que conmemora la toma de la Bastilla en 1789, suele celebrarse con desfiles, fuegos artificiales y diversas festividades.

 

 

La pintoresca estación de esquí de La Clusaz, ubicada en los Alpes franceses, fue el escenario de esta inusual celebración.

 

 

Según el sitio web Ski Chrono, los competidores no solo tuvieron que esquiar, sino también caminar y andar en bicicleta para completar el circuito, demostrando su resistencia y pasión por el deporte.

 

Bajo la dirección de Jérôme Pessey, director de la escuela de esquí local, los participantes enfrentaron un slalom único que puso a prueba sus habilidades y su espíritu competitivo.

 

 

Los espectadores, que acudieron a presenciar esta celebración poco convencional, fueron testigos de un Día de la Bastilla diferente y lleno de alegría.

 

Para muchos esquiadores, la pasión por la nieve no conoce límites, y eventos como el Gran Premio de Verano en Combe de Balme permiten mantener viva esta pasión incluso en los meses más cálidos.

 

Celebrar el Día de la Bastilla de esta manera también subraya el espíritu de comunidad y la creatividad con la que los franceses celebran su herencia y tradiciones.