Se dispara el precio del ramen en las pistas de esquí de Japón
En Niseko, Hokkaido, los platos japoneses habituales se venden a precios escandalosos. (Foto: Pau Tarazona Jorge)
Mon, 19/02/2024 - 12:01
El auge de turistas con dinero procedentes de EE. UU.. y Australia aumenta el coste de la vida en las principales estaciones de esquí niponas.
Japón lleva más de una década tratando de crear un "círculo virtuoso" entre aumentos de precios y salarios. Pero hasta ahora, en los pocos lugares que parece haber tenido éxito es en las ciudades de esquí que alguna vez fueron tranquilas y donde la economía local está dominada por el gasto extranjero de turistas adinerados.
En Niseko, en Hokkaido, por ejemplo, los platos japoneses habituales se venden a precios escandalosos: 3.500 yenes (22 euros) por un plato de tempura soba, más de tres veces lo que se pagaría en un local de Tokio; 3.200 yenes (20 euros) por el curry katsu, un elemento básico de las estaciones de esquí o 3.800 yenes (24 euros) por ramen de cangrejo.
Otro ejemplo, en Rusutsu, un complejo turístico de Hokkaido no muy lejos de Niseko, los precios de los forfaits subieron la temporada pasada un 35%, hasta los 8.800 yenes (54 euros) por día y este invierno han vuelto a aumentar otro 31% hasta los 11.500 yenes (71 euros).
Para un japonés, eso es un gran desembolso y hay que trabajar más de 10 horas con el salario mínimo en Tokio para pagarlo, pero solo cinco horas con el salario mínimo en Australia.
Y es que incluso con estos precios, esquiar en Japón supone una fracción de lo que cuesta en un pueblo turístico de EE. UU. como Vail, Colorado, lo que sugiere que hay aún margen para exprimir más a los turistas.
Tercer ejemplo, las tiendas de esquí de Kanda-Ogawamachi, la meca de los artículos para deportes de invierno en Tokio, están llenas de viajeros de Hong Kong, Estados Unidos y Australia; los lugareños parecen una minoría, ya que el número de esquiadores y snowboarders entre ellos ha caído más del 75 por ciento desde su pico de 1998.
Se trata de una tendencia creciente en Japón, con un yen débil que provoca que los turistas procedentes de Australia o Estados Unidos apenas pestañeen ante precios aún más baratos de lo que pagarían en su país.
Esta afluencia de gasto turístico ha ayudado, en algunos lugares, a romper el ciclo deflacionario que ha mantenido los salarios estancados durante la mayor parte de las últimas tres décadas: los salarios por hora en empresas como Niseko son algunos de los más altos del país.
Según el sitio de búsqueda de empleo a tiempo parcial Baitoru de Dip Corp, el salario medio por hora en Niseko (población: 5.000 habitantes) en este momento es de 1.611 yenes (10 euros), por encima incluso de los 1.560 yenes (9,% euros) que se ofrecen en el centro de Tokio.
Hakuba ofrece 1.464 yenes, mientras que la prometedora zona de Appi Kogen, declarada la mejor estación de esquí de Japón en los World Ski Awards el año pasado, paga una media de 1.936 yenes.
(Foto: Pixabay)
En un país donde los salarios cayeron un 2,5 por ciento en 2023, la mayor cantidad en un año desde que comenzaron los registros en 1990, el dinero extranjero está cambiando la tendencia.
La demanda externa, que incluye el gasto de los turistas, fue el único factor positivo en el desastroso anuncio del producto interno bruto de Japón el jueves (15 de febrero).
Para ello, Japón busca la mejor manera de extraer el beneficio económico de los esquiadores y snowboarders, estimado en 65.000 millones de yenes en un estudio del gobierno en 2018.
El turismo de deportes de invierno reparte 73.000 yenes más que el turista medio. Y con los precios en Japón tan baratos, el gasto de los visitantes del país en general sigue siendo más bajo que en muchas naciones.
Naeba (Foto: Turismo de Japón)
Un problema relacionado es que, en este momento, gran parte de ese dinero entrante por el esquí no se queda en manos de los japoneses, sino que va a parar a extranjeros.
Y que, a medida que aumentan los precios, la clase media japonesa se ve exprimida.
Fuente:
Agencias