La estación de esquí de Sierra Nevada ha reabierto este martes sus pistas al público con normalidad, después de varios días con problemas.

 

 

 

 

El domingo, las pistas andaluzas volvieron a abrir, con 7 remontes y 26 pistas, pero con cierto retraso porque se tuvieron que reparar doce poleas del telesilla Veleta y desbloquear los telesillas Veleta y Emilio Reyes afectados por el hielo y la tormenta.

 

El lunes, aun bajo los efectos de la borrasca Karlotta, las fuertes lluvias unidas a las altas temperaturas generaron la corriente de barro que afectó a varias pistas y al complejo de actividades Mirlo Blanco, de donde tuvieron que salir el más del centenar de personas que en ese momento estaban haciendo uso de esas instalaciones.

 

A estos usuarios se les facilitó la salida del complejo recreativo con vehículos, según detallaron a Europa Press fuentes de Cetursa, la empresa pública que gestiona la estación de esquí.

 

 

Sierra Nevada permaneció toda la jornada cerrada por las "condiciones meteorológicas extremas" derivadas de los que se consideran los últimos efectos de la borrasca Karlotta, que ha dejado nula visibilidad en algunas de las áreas, con fuertes vientos, bancos de niebla y alta humedad.

 

 

Posteriormente, el turno de madrugada empezó a acondicionar la zona de Borreguiles, donde el episodio de lluvia de ayer también había producido embalsamientos de agua (no barro) en algunas vaguadas y en tramos de pistas con poco desnivel.