Primer accidente mortal en una estación de esquí en el Pirineo francés en los dos últimos años.

 

Fue este domingo en Formiguères, donde un esquiador francés de 33, padre de familia y vecino de Narbonne, se habría saltado las señales que indican que una pista negra está cerrada para bajar por ella, con tan mala suerte que resbaló en una placa de hielo y fue a impactar contra la base de un árbol.

 

 

Fue entonces cuando -según las primeras hipótesis- decidieron bajar por La Lièvre, una pista negra corta, pero inclinada y con baches que conecta con las azules Les Papillons y Le Faon y que este invierno sólo ha estado abierta al público durante una semana.

 

 

La evidencia inicial sugiere que la víctima pudo haber ido más allá de las marcas de seguridad para aventurarse fuera de las pistas autorizadas.

 

 

Eran las 10:30 a.m. cuando los patrulleros de esquí recibieron la alerta. Los equipos de rescate del CRS de Bolquère, los patrulleros de esquí de la estación y un equipo médico fueron movilizados.

 

En el lugar del accidente, encontraron al hombre en paro cardiorrespiratorio e intentaron reanimarlo durante varios minutos, pero fue en vano.

 

 

Los usuarios no deben aventurarse fuera de las pistas abiertas, independientemente de sus habilidades.