En invierno sigue siendo uno de los referentes de los Alpes francesas en cuanto a dominio esquiable y cantidad y calidad de nieve, pero en verano la temporada cada vez es más corta, hasta el punto de que este 2022 apenas ha podido permanecer dos semanas en funcionamiento -las dos últimas de junio- muy lejos del mes y medio de “ski d’été” programado.

 

Ante esta situación, Tignes ha decidido apostar fuerte por el esquí durante la temporada de invierno, con inversiones en remontes y pistas y desmantelar los remontes del glaciar de la Grande Motte que servían al esquí de verano.

 

 

 

 

En el futuro, el esquí de verano y otoño se hará con el Funicular, el Teleférico, los telesillas Panoramique y Vanoise y el telesquí Termignon. Ningún remonte más.

 

 

Y en cuanto al invierno, en el marco de la modernización de la flota de remontes mecánicos en la estación de Tignes, se ha aplazado el telecabina Tichot y se ha sustituido el antiguo telesilla Aiguille-Rouge, que daba servicio al sector Tignes-Les Boisses, por uno desembragable de 6 plazas construido por POMA con un coste de 12 millones de euros.

 

Este antiguo dispositivo, construido por Skirail, era un telesilla con asideros fijos que servía a Tignes Le Lac desde la famosa plateau de Marais.

 

La sustitución del Aiguille-Rouge era el paso natural después de cambiar el Brévières TC8 construido en 2018 y la construcción del telecuerda Replat en 2021.