Masella ha cerrado un puente muy largo, de hasta nueve días de esquí, con más de 30.000 esquiadores. Una cifra muy parecida a la de la temporada anterior por las mismas fechas, aunque el puente pasado fue más corto.

 

Más días, pero los mismos esquiadores, un hecho que desde la estación de la Cerdanya atribuyen a que entonces estaban abiertas todas las pistas y remontes y que ahora se ofrecían menos, en concreto 41 kilómetros esquiables.

 

 

La cantidad de dominio esquiable abierto podría ampliarse en breve, porque el puente se despidió con 48 horas durante las cuales se pudo producir mucha nieve y de calidad y con una nevada en todas las cotas de Masella que, a media tarde de este lunes, ya había acumulado 10 centímetros y se esperaban más.

 

Volviendo a las cifras del puente de la Purísima, se ha dividido en dos periodos: hasta el miércoles 7 de diciembre, cuando hubo menos esquiadores y eran mayoritariamente de fuera de Catalunya y a partir del jueves, cuando el cliente principal fue el catalán y hubo muchos más afluencia de visitantes.

 

 

 

Ahora, la estación de esquí de Masella ya se prepara para una Navidad que, tras esta última nevada, se presenta con muy buenas perspectivas tanto en cuanto a reservas como ganas de esquiar.