Un mercado que movía millones de euros y que se ha quedado sin clientes desde que Rusia invadió Ucrania.

 

Entre los oligarcas rusos, eran populares los chalets más lujosos, con pistas de baile, boleras e incluso casinos privados, con precios de cientos de miles de euros por semana en estaciones como Courchevel y Meribel, en Francia, y Verbier y Zermatt, en Suiza, entre otros.

 

Firefly Collection es uno de los principales operadores de residencias de lujo para clientes rusos en los Alpes. Su director y fundador, Tim Latimer, explica en la revista Insider que "normalmente ya tendríamos reservas rusas para la próxima temporada y hay una ausencia notable en esas solicitudes. Incluso aquellos rusos que no se ven directamente afectados por las sanciones están siendo cautelosos y se abstienen de reservar".

 

Los dueños de negocios de varias estaciones de esquí top europeas han informado niveles bajos de turismo ruso desde que comenzó la guerra de Ucrania.

 

 

Si bien no es un mercado muy cuantioso en número de clientes, tiene un impacto económico significativo, ya que es un tipo de turismo que quieren las propiedades más caras y gastan mucho dinero durante sus estancias de esquí.

 

Uno de estos destinos es Courchevel 1850, "la estación de esquí favorita de los rusos", que tiene varios "superchalets" con piscinas cubiertas, saunas, cines y salas de masajes.

 

Alquilar un chalet de lujo en Courchevel 1850 cuesta entre 60.000 y 250.000 euros por semana, según la época de la temporada, dijo Latimer. Los precios no incluyen comidas, ni bebidas, ni otros complementos, lo que significa que la mayoría de los clientes se gastan decenas de miles de euros adicionales.

 

La aparente desaparición de clientes rusos ricos ha dejado preocupados a los operadores de lujosos chalets de esquí. “Nuestra principal preocupación es que la guerra en Ucrania se intensifique y cause interrupciones en los viajes en toda Europa. Eso sería desastroso para toda la industria”, concluye Latimer.