Mon, 21/02/2022 - 09:17
Noruega ha encabezado el medallero con 37 metales por delante de grandes potencias como Rusia, Alemania, Canadá y Estados Unidos.
Los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 22 ya son historia y es hora de hacer balance. España se va de la capital china con una medalla de plata -Queralt Castellet en halfpipe de snowboard- y tres diplomas olímpicos -la 6a posición de Javi Lliso en big air de freeski, la séptima plaza para Lucas Eguibar en SBX y la pareja Olivia Smart y Adrián Díaz en danza sobre hielo-, unos buenos resultados, los mejores de España en unos Juegos de Invierno, pero muy lejos de las mejores cosechas de medallas, cuyo ranking encabeza Noruega.
Noruega, que ganó la primera medalla de oro de los Juegos de Beijing y luego siguió ganándolas durante dos semanas, sumó su 16° y último oro el domingo en la última carrera de esquí de fondo de los Juegos.
Un récord para un país en un solo Juegos de Invierno, con una demostración de dominio multideportivo por parte de los atletas noruegos que pusieron al país de cinco millones de habitantes por delante de rivales más populosos como Rusia, Alemania, Canadá y Estados Unidos.
Las 37 medallas de Noruega fueron cinco más que Rusia, que finalizó en segundo lugar en la tabla de medallas, y sus 16 oros superaron a los 12 de Alemania. Noruega también mostró variedad al ganar en deportes como saltos de esquí, combinada nórdica, patinaje de velocidad y esquí de fondo y freestyle.
Pasados los JJ. OO. también es el momento de ver quienes han sido sus protagonistas:
Eileen Gu (China)
La sensación de estos Juegos, especialmente para el público local y por su peculiar historia personal, Eileen, nacida hace 18 años en San Francisco (California), decidió competir por el país de su madre, Yan Gu, hija de un ingeniero del ministerio de la vivienda de China, que emigró a Estados Unidos hace 30 años; y en los Juegos de Pekín se convirtió en la primera en la historia del ‘freestyle’ -o esquí acrobático- en ganar tres medallas en esta modalidad deportiva.
Gu, que el año pasado se había proclamado doble campeona del mundo en Aspen (EEUU), de ‘halfpipe’ y de ‘slopestyle’, se convirtió en la campeona olímpica más joven de la historia del freestyle al ganar el pasado 8 de febrero la debutante prueba de ‘Big Air’.
Posteriormente, Eileen -la primera en ‘planchar’ un ‘double cork 1440’, un salto de cuatro rotaciones de 360 grados y dos saltos mortales- añadiría otro oro, el de slopestyle; y una plata, en el halfpipe, para convertirse en una de las grandes protagonistas de unos Juegos y confirmarse como uno de los nuevos ídolos de la afición china.
Johannes Strolz (Austria)
Después de prepararse él mismo sus propios esquís -y costearse viajes y concentraciones-, Strolz protagonizó todo un sueño olímpico al convertirse en el gran triunfador de las pruebas de esquí alpino de Beijing 2022, donde añadió este domingo el oro en la prueba por equipos, después de ganar el de combinada y de sumar otra plata en el slalom.
Strolz, nacido hace 29 años en Bludenz (Vorarlberg), marcó un hito en estos Juegos, sólo poco más de un mes después de darse a conocer al gran público al ganar su primera -y por ahora única- prueba de Copa del Mundo: el slalom de Adelboden (Suiza).
Primero, repitió el título de combinada que 34 años antes había ganado su padre, Hubert -asimismo plata en el gigante de los Juegos de Calgary’88 (Canadá)-, antes de igualar la colección de trofeos olímpicos de su progenitor al conseguir la plata en el slalom; y mejorarla este domingo con el oro por equipos. Johannes no se volverá a preparar él mismo sus propios esquís; en la vida.
Ryoyu Kobayashi (Japón)
Kobayashi superó con éxito, a los 25 años, el gran reto de su ya de por sí brillante carrera deportiva, en la que faltaba una medalla en un gran evento. Ganó oro en el trampolín corto y le añadió la plata en la rampa grande de los saltos de esquí nórdico, en una temporada en la que muy probablemente se jugará la Copa del Mundo -que ganó hace tres temporadas y en la que suma 26 victorias- con el alemán Karl Geiger.
Anna Gasser (Austria)
Se convirtió en la ‘Nadia Comaneci’ de los Mundiales de Sierra Nevada 2017, en los que confirmó su condición de favorita al ganar con la puntuación perfecta (100 puntos) la prueba de ‘Big Air’, disciplina del snowboard en la que ganó el oro olímpico en PyeongChang (Corea del Sur), donde, al igual que en Sochi (Rusia) y en Beijing, también compitió en slopestyle y la modalidad en la que triunfó, que debutaba en el calendario olímpico: Con poco que perder y bastante que ganar, revalidó título olímpico de Big Air.
Alexander Bolshunov (Rusia):
A los 25 años, el ruso se convirtió, con cinco medallas -tres de oro-, en el gran triunfador de las pruebas de esquí de fondo, éxito que completó al ganar el sábado en Zhangjiakou el último evento; que iba a ser de 50 kilómetros con salida en masa y estilo libre, pero que se redujo a 30, para preservar “la salud y la seguridad” de los deportistas, debido al mal tiempo derivado del fuerte viento, que convertía en “extremas” las condiciones.
Bolshunov añadió ese oro a los dos que había ganado en la prueba de ‘skiatlón’ y en el relevo 4x10 kilómetros; en unos Juegos en los que, además, ganó plata en los 15 kilómetros, estilo clásico; y en los que logró el bronce en la prueba sprint por equipos (parejas).
Chloe Kim (Estados Unidos):
Para muchos una deportista ‘de otro planeta’, la estadounidense de origen coreano evitó que la catalana Queralt Castellet ganase para España el oro en ‘halfpipe’ de snowboard.
Ya hubiese optado, como poco, al podio en los Juegos de Sochi’14 (Rusia), pero como entonces tenía trece años y no la dejaron competir, el oro olímpico se hizo esperar hasta PyeongChang, cuando ya tenía 17. En Corea, la tierra de sus abuelos, se convirtió en la más joven campeona olímpica de snowboard.
En 2019, Kim se proclamó campeona mundial en Park City (Utah), título que revalidó el año pasado en Aspen (Colorado) y ahora, con 21 años, repitió sin problema alguno el oro olímpico de hace cuatro años, que dejó sentenciado en la primera de las tres rondas de la prueba.
Lara Gut Behrami (Suiza):
La suiza -a la que entrena el español José Luis Alejo- salió como triunfadora, al añadir el oro en el supergigante al bronce que había capturado en el gigante, de las pruebas de esquí alpino, disputadas en Yanqing y en la que escenificó el dominio en el deporte rey invernal de la Confederación Helvética, que ganó cinco oros en los Juegos de Beijing.
Gut, de 30 años, ganadora de la Copa del Mundo hace seis y que desde hace tres temporadas vive una segunda juventud junto al andaluz Alejo -incluyendo los dos títulos mundiales y el bronce que del año pasado en Cortina d’Ampezzo (Italia)-, cerró su círculo al ganar el único gran oro que le faltaba, al proclamarse campeona olímpica de supergigante, disciplina en la que cuenta la mitad de sus 34 victorias en la competición de la regularidad.
Suiza ganó los descensos, la prueba reina, gracias a Corinne Suter -actual campeona del mundo de la disciplina- y Beat Feuz -oro mundial ante su afición en St. Moritz’17 y ganador de las últimas cuatro Bolas de Cristal de la disciplina-. Marco Odermatt, que a los 24 años camina con paso firme hacia su primer triunfo general en la Copa del Mundo, ganó el gigante; y Michelle Gisin revalidó título de combinada al encabezar un ‘doblete’ helvético por delante de su gran amiga Wendy Holdener.
Lindsey Jacobellis (Estados Unidos)
A los 36 años ganó el oro que había ‘tirado’ ella misma hace 16 en los Juegos de Turín (Italia), en la prueba de ‘boardercross’ de snowboard. Jacobellis, sin duda una de las mejores ‘riders’ de toda la historia, que hace cinco años logró en España su quinto título individual de campeona en Sierra Nevada (Granada) y que contaba otro oro mundial en la prueba por equipos mixtos de hace tres años en Solitude (EEUU), partía como la gran favorita al oro en el estreno olímpico del boardercross, hace 16 años en Bardonecchia.
Pero la supercampeona de Connecticut, diez veces victoriosa en los X-Games y con treinta triunfos en la Copa del Mundo, se cayó tras efectuar un ‘method grab’ de festejo anticipado en el penúltimo salto, cuando lideraba claramente la carrera; lo que no evitó, no obstante, que ganase la plata en el Piamonte.
Dieciséis años después, enmendó el error que la ha perseguido durante toda su carrera deportiva; y, además, elevó la apuesta al conseguir, junto a Nick Baumgartner -de 40- un segundo oro, en la prueba mixta por equipos. Demostrando que las viejas rockeras nunca mueren.
Mathias Mayer (Austria):
Matthias Mayer con sus dos medallas -oro y bronce- conseguidas en los JJ.OO. de Beijing. (Foto: Ski Austria Alpin)
Hijo de Helmut Mayer -plata en el supergigante olímpico de Calgary’88 (Canadá)- el austriaco no había logrado victoria alguna en la Copa del Mundo cuando sorprendió al mundo al llevarse el oro en el descenso, la prueba reina del esquí alpino, en los Juegos de Sochi (Rusia).
Cuatro años después, se proclamó campeón olímpico de supergigante en los de PyeongChang (Corea del Sur). Y a sus 31 años, el campeón carintio -tercero en la general de la Copa del Mundo, por detrás del suizo Marco Odermatt y del noruego Aleksander Aamodt Kilde-, que ganó el bronce en el descenso y el oro en el ‘supergigante’ en Beijing 2022.
Con estos dos trofeos capturados en China, Matthias Mayer -que ahora suma tres oros y un bronce- ascendió al tercer puesto en el ránking histórico olímpico del esquí alpino, en el que ya sólo lo superan el citado Aamodt y otro mito, el italiano Alberto Tomba, que cuenta con tres oros y dos platas en Juegos Olímpicos.
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Fuente:
Agencias
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