Si bien la primera parte del Puente, coincidiendo con el fin de semana, en las comunidades autónomas donde había confinamiento municipal sólo unos pocos afortunados pudieron acudir a pistas, a la que se levantaron las restricciones -lunes y martes-, los aparcamientos de las estaciones se llenaron como un día cualquiera de plena temporada de esquí, a pesar de que las pistas y los remontes permanecían cerrados.

 

Un ejemplo es el aparcamiento de la estación catalana de Vallter 2000, en el Ripollés, donde el lunes tomamos la imagen que ilustra esta información. En ella, se pueden contar hasta un centenar de vehículos -en su mayor parte autocaravanas y furgonetas-, en el aparcamiento de la base de la estación, aunque el otro parking tampoco estaba lo que se dice vacío.

 

 

También cientos de aficionados acudieron a Masella y a La Molina, en la Cerdanya, con el mismo propósito y otros tantos a la Val d’Aran, si bien fueron menos debido a las condiciones meteorológicas, pues aún estaba nevando.

 

Lo que sucedió en varias estaciones de esquí catalanas el lunes y martes se vivió también en otras zonas montañosas de España con más o menos intensidad desde el viernes. Es el caso del Puerto de Navacerrada, donde incluso Protección Civil tuvo que intervenir con un ruego: “Por favor, busca un plan alternativo de ocio y si ya estás en nuestra querida Sierra de Madrid, vuelve a casa con precaución”.

 

Lo dicho, las pistas llenas pero con las estaciones cerradas. ¿Será igual en Navidad?