Porqués y paradojas de una temporada que suspende en nevadas y aprueba en resultados
Cola en el acceso al telesilla Torrent Negre de La Molina el pasado mes de febrero (Foto: IST).
Si esta temporada fuera un alumno al que evaluar a final de curso seguro que diríamos que suspende en nevadas y aprueba en resultados. Y es que a pesar de la escasez de nevadas de la temporada 2018-19, lo cierto es que la campaña, en el ámbito económico, ha sido moderadamente positiva. Con matices y según zonas, eso sí.
Poniendo el foco en el Pirineo, cabe decir que la nieve que los esquiadores han encontrado en pistas ha sido suficiente y de calidad, lo que se ha traducido en una alta afluencia de visitantes que han disfrutado del esquí y los deportes de nieve en condiciones anticiclónicas. Os contamos las claves de estos resultados con la ayuda y valoración de 4 responsables de estaciones de esquí del Pirineo.
Colas en la compra de forfaits en Masella en febrero pasado (Foto: IST).
La temporada de esquí 2018-19 ha finalizado y lo hace con dos datos importantes a tener en cuenta en el aspecto meteorológico. Por un lado, récord de días de sol en las estaciones de esquí y, por la otra, escasez de nevadas, prácticamente reducidas a tres importantes: el insolito e intenso episodio de levante del 30 de octubre, la nevada con vientos del mar del 22 de noviembre y el episodio de nevadas de origen norte y atlántico de los días 25 al 28 de enero. Sin precipitaciones destacables o incluso nulas los meses de febrero y marzo. Abril aparte.
Según datos facilitados por las estaciones de esquí de Boí Taüll y Baqueira Beret, la primera ha visto como el sol ha lucido en pistas en un total de 104 días de sol de los 143 de apertura. Y la segunda, aunque no da cifras concretas, ha admitido abiertamente que el número de días de sol al mes de febrero ha sido de récord.
Así pues, a pesar de tratarse de una de las temporadas con menos precipitaciones de los últimos años lo cierto es que las estaciones estos días están dando datos y cifras bastante positivas en sus balances de valoración de final de campaña. Y esto, por supuesto, se debe a 5 claves que a continuación detallamos pero que también hemos querido contrastar con varios responsables de estaciones de esquí.
Esquiadores disfrutando del buen tiempo en los restaurantes de Pal (Foto: Vallnord).
1 • Nieve al límite pero suficiente y de calidad.
Las pistas de esquí, los trazados por donde hemos esquiado, han presentado desde inicio de temporada espesores de nieve aceptables y de calidad. Así ha sido desde el primer día de apertura y hasta prácticamente el último día de la temporada. Paisaje a parte, con bastante carencia de nieve comparado con otras temporadas, los esquiadores han valorado y reconocido el estado de pistas y lo han hecho con una afluencia muy similar a otras temporadas en las que había más nieve y, posiblemente por este motivo, tuvieron más eco mediático en los medios de comunicación generalistas.
2 • Baja humedad ambiental.
La nieve que hemos encontrado en pistas se ha visto favorecida por las buenas condiciones ambientales de baja humedad que han permitido producir mucha nieve de cultivo y en calidad con temperaturas mínimas marginales y en muy pocos días. Y esto ha tenido un doble efecto: por un lado, la baja humedad de las noches ha permitido fabricar más nieve y de mejores condiciones que en otros inviernos. Y por otro la baja humedad diurna también ha ayudado en la ralentización de la fusión de la nieve. Menos nieve pero que ha tardado más en desaparecer.
3 • Buen trabajo de las pisanieves.
El trabajo de las pisanieves ha sido, como en ninguna otra temporada, fundamental en los resultados de la calidad de fresado de pistas. La densificación continuada, noche a noche, y el movimiento de nieve continuado han hecho "milagros" en los resultados que cada día nos hemos encontrado los esquiadores en pistas.
4 • Nieve albina.
Este año las nevadas han resultado de un albedo superior al 80%. Esto ha hecho que la radiación solar se haya reflejado mejor que en otras temporadas y por tanto la fusión de nieve haya sido mínima a lo largo del invierno. Por ejemplo, el hecho de que no se hayan recibido nevadas cargadas de polvo sahariano ha sido clave en la conservación y calidad de la nieve a lo largo de la temporada. Abril aparte, claro.
5 • Esquiadores que valoran el sol y la nieve a partes iguales.
El buen tiempo que ha hecho durante toda la temporada, marcado por días y días y semanas seguidas de tiempo anticiclónico, combinado con la nieve de calidad en pistas mencionado en el punto 1, es lo que ha contribuido a una buena afluencia de esquiadores en las estaciones. Y una afluencia y gasto excelente en los restaurantes pie de pista. El esquiador, en general, casi ya valora más el buen tiempo por delante del poder disponer de las pistas de la estación al 100% de apertura y con mayores espesores.
Colas en los accesos a Vallter 2000.Imagen de archivo (Foto: IST).
Y los responsables de las estaciones ¿Qué opinan?
Hemos preguntado a 4 directores de estaciones del Pirineo su opinión sobre estas razones. Y estas han sido sus apreciaciones o matices al respecto.
Xavier Ajona, director de Arcalís, manifestó a Lugaresdenieve estar de acuerdo en estos 5 puntos, pero con algunas matizaciones al respecto. El director de la estación de Ordino ha explicado que "estoy bastante de acuerdo, pero no hay que olvidar que las estaciones hemos tenido que hacer frente a importantes esfuerzos económicos en el ámbito de producción y mantenimiento de la nieve".
Por poner un ejemplo de este esfuerzo Ajona recordó que "siempre dejamos de producir nieve entre el 15 de enero y el 15 de febrero. Pero este año nos hemos visto obligados a producir hasta llegar al mes de marzo".
Enric Serra, director de la estación de Vallter 2000, también ha hecho algunos matices. En cuanto a eco mediático mencionado en el punto 1, Serra no está de acuerdo y lo argumenta con que "parecería que los otros inviernos no lo hiciéramos bien o que incluso lo publicitáramos mal". En cuanto a la densificación de la nieve por parte de las máquinas hace un inciso, y es que "por las circunstancias han requerido un trabajo específico muy cuidadoso debido al poco grosor de nieve en pistas, a diferencia de temporadas con mucha nieve, donde el trabajo es diferente".
Y sobre la nieve precipitada ya en el mes de octubre hace una observación importante. Para el director de la estación de la Vall de Camprodon, el hecho de que la nieve precipitara en calidad y cantidad el 30 de octubre y el 22 de noviembre permitió que la base se convirtiera pronto muy compacta, ya que lo hizo "justo cuando hay menos horas de sol y esto nos permitió disponer de una base muy sólida. en nuestro Pirineo, claro, porque en la vertiente norte y atlántico aquella nevada no les llegó".
Pep Casasayas, de marketing de Baqueira Beret, también se muestra de acuerdo con las razones expuestas, pero cree necesario poner en valor más cuestiones. Para Casasayas, en el caso de Baqueira, los buenos resultados de esta temporada de nevadas escasas y de récord en días de sol durante el mes de febrero en la estación aranesa se deben "al trabajo de los equipos de técnicos de la estación, igual de pistas como de máquinas. Eso ha ayudado mucho a mantener la nieve, que no ha sido abundante como en otras temporadas, pero se mantuvo en un estado óptimo y se le sacó el máximo rendimiento".
Igualmente cree necesario destacar lo que se podría considerar una paradoja. Para el director de marketing de Baqueira "que haga buen tiempo también es un factor a tener en cuenta. Por ejemplo, el año pasado tuvimos mucha nieve, pero los fines de semana no eran buenos meterológicamente hablando, y eso condiciona la afluencia a pistas y restaurantes". Y finalmente, en los resultados de Baqueira, recuerda que "febrero es un mes muy bueno para nosotros, con semanas de fiesta en Francia que, gracias a las nevadas de finales de enero y el buen tiempo de febrero, hizo que fuera un mes óptimo en resultados".
Y para terminar hemos preguntado a Martí Rafel, del departamento comercial de Boí Taüll, que nos valore lo aquí expuesto. Rafel está de acuerdo con todo lo argumentado, aunque también hace algunas consideraciones. De entrada nos recuerda que la presente temporada no ha sido igual en los Pirineos orientales que en los Pirineos de la vertiente norte.
"En Aragón, y en las estaciones atlánticas de la vertiente Norte del Pirineo, la temporada empezó muy tarde, realmente lo hicieron en enero y, por tanto, perdieron buen parte de la campaña de Navidad" razona el responsable comercial de la estación del Valle de Boí.
"Ahora bien, las estaciones de esquí no hacen, no hacemos, el verdadero negocio con los clientes incondicionales, sino que se hacen con los clientes, digamos 'normales', es decir, los que esperan a que haya nieve y haga buen tiempo para subir a esquiar” según razona el responsable comercial de Boí. "Este cliente 'normal' es el que se mueve y sabemos que lo que no haya esquiado en diciembre, o en enero, tenemos claro que lo acabará haciendo en febrero o marzo. O si tenía previsto ir a una determinada estación que en diciembre no tiene nieve, no le preocupa demasiado, es un cliente que acabará esquiando en otra que sí la tiene" explica Rafel.
Según Martí Rafel esto explica en buena parte los resultados de esta temporada presentados por estaciones como Boí Taüll o Arcalís, esta última una estación que conoce muy bien en sus puntos fuertes y débiles. "Si miramos los días de esquí que se han facturado por separado, estación por estación, y luego en global en el conjunto de todas las estaciones del Pirineo, y esto lo miramos en el global de los últimos 5 o 6 años, al final veremos que las cifras no son tan diferentes. Los esquiadores se mueven, y los días de esquí se acaban igualando y compensando año tras año entre estaciones y periodos" concluye Rafel.
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