Pal-Arinsal confía poder empezar a reparar a final de semana los desperfectos ocasionados por el sabotaje sufrido en los tres remontes. La investigación de la policía está en fase de recopilación de pruebas y en la actualidad no se ha descartado ningún perfil respecto del posible autor o autores.

La estación de la Massana está avanzando en todos los trabajos posibles para la reparación del corte de los cables de dos telesillas y un telesquí denunciados este martes. El centro invernal ya tiene el cable del telesquí y espera poder conseguir el de los telesillas a final de semana. Entonces podrá completar la reparación.

El cónsul de la Massana, David Baró lo considera "una agresión muy grave"

En el ámbito institucional el cónsul de la Massana, David Baró, ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para resolver "una agresión muy grave". El mandatario comunal recordó que la estación de Pal Arinsal es pública y que sabotearla es lo mismo que atacar a la parroquia y al país. También ha alertado de la gravedad que habría supuesto un accidente en caso de fallo del cable, ya fuera de cara a los clientes como por los mismos responsables de mantenimiento de los telesillas afectados.

A la espera de disponer todo el material la estación aún no ha hecho una valoración de los daños económicos causados ​​por el sabotaje. Desde el lunes se ha incrementado la vigilancia y se ha reforzado la misma alrededor de los remontes mecánicos y en adelante se mantendrá el dispositivo de seguridad de cada temporada.

Estación de retorno del telesilla Serra 2, en Pal (Foto: Ivan Sanz).

Las estaciones andorranas aumentan la vigilancia y están revisando todos sus remontes

Mientras el resto de estaciones del Principado están revisando uno a uno los remontes. Son revisiones oculares destinadas a ver posibles cables afectados en las instalaciones, especialmente de los remontes de fácil acceso por carretera o caminos forestales.

El sabotaje a tres remontes de Pal ha generado preocupación en el resto de las estaciones de Andorra y los Pirineos. Y es por este motivo que algunos dominios esquiables ya piensan en reforzar los sistemas de vigilancia, aunque todos son conscientes de que esto va a ser complicado en un entorno de montaña.

Las estaciones de esquí hacen revisiones periódicas y a diario hay protocolos de seguridad para detectar cualquier anomalía, pero también admiten que la seguridad absoluta no existe y que no es lo mismo vigilar un edificio que una estación de esquí con varios accesos por la montaña. En cualquier caso, se considera el sabotaje un suceso tan grave como excepcional y para el que se pondrán más medidas disuasorias para que no se vuelva a repetir.

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