Guillem Sadurní: conductor de pisanieves durante 12 meses al año
Guillem Sadurní en la pisanieves de Caviahue (Foto: Ivan Sanz).
Guillem Sadurní pisando pistas en Caviahue (Foto: Ivan Sanz).
Guillem: ¿Cómo, cuándo y por qué te introdujiste en el mundo de las pisanieves ?
Pues mira, trabajé de shaper en el snowpark de La Molina y en ese trabajo tenía contacto a menudo con las pisanieves. En alguna ocasión me había subido para dar indicaciones al maquinista y eso hizo que me quedara atrapado gratamente por los trabajos que hacían. A partir de ahí todo vino muy rodado. Hice un curso de formación de la ACEM la temporada 2014-15, en Baqueira, y después de unas prácticas en La Molina, un año más tarde, me ofrecí a Vall de Núria para hacer el trabajo. Me contrataron. Primero empecé por las zonas bajas y luego, a medida que ganaba práctica, me empezaron a confiar el trabajo de las pistas altas.
¿Cómo y cuándo aparece la oportunidad de hacer la doble temporada e ir a pisar a Caviahue, en los Andes argentinos?
La oportunidad apareció con Toni Domingo, director de la escuela de esquí de Caviahue, que también es de Ripoll, como yo. Fue él mismo quien me dijo que sabía que en Caviahue necesitaban y buscaban un maquinista. Luego me lo comentó y me preguntó que me parecía. Le contesté que sí, que me interesaba el trabajo. No me lo pensé dos veces, para mí era una manera de seguir progresando y cogiendo práctica con la máquina.
Y la oportunidad de pisar en Arcalís ¿Cómo surgió ?
Pues fue un tema personal, de querer mejorar y buscar cosas nuevas. Salir de la zona confort siempre es bueno, aunque por mi trabajo es complicado conocer una estación de esquí y más todavía de noche. Desde Argentina enviaba currículos a las estaciones y, ya se sabe, quien busca termina encontrando. Y así fue.
Guillem Sadurní des de la pisanieves, con quien compartimos un turno de trabajo a su lado (Foto: Ivan Sanz).
Esquiando por Caviahue con Guillem Sadurní y su compañero de pisanieves Léo Duf, quién también hace la doble temporada entre Caviahue y Gourette (Foto: Ivan Sanz).
La diferencia más clara es que en Andorra tienen muy claro de qué viven y cualquier tema o imprevisto se resuelve en el momento. La otra es que Arcalís es únicamente una estación de esquí, en cambio en Vall de Núria hay más clientes aparte de los esquiadores, hay otros tipos de turistas, lo que hace que a veces las inversiones y los trabajos no sólo estén pensadas para el esquiador, sino que hay que pensar en otro tipo de actividades y turistas.
En Núria, en Caviahue o en Arcalis…. ¿Te has encontrado en alguna situación comprometida a la hora de pisar pistas?
En todas me he encontrado en situaciones complicadas y con malos ratos. Siempre estás pendiente de la temperatura para trabajar y a veces la nieve está tan blanda que ni subes ni bajas, pero si consigues bajar lo haces como un rayo. Por suerte todavía no he usado el recurso de la red de seguridad, ¡ja, ja, ja!
En Núria, teniendo presente que hay alguna pista estrecha y con pendiente sí que en alguna ocasión me he encontrado con que la máquina se iba. En Caviahue me he encontrado con que limpiando alguna cornisa y retirando grandes cantidades de nieve al final, yo mismo con la máquina, he acabado provocando algún alud.
De un continente a otro y máquina arriba y abajo en la soledad de la noche. Parece un trabajo un poco para solitarios...
(Se ríe), hombre, es un trabajo entretenido, que vas todo el día para arriba y para abajo con la máquina, como lo harías circulando de noche solo por una autopista, y sí, es cierto que, si no eres persona acostumbrada a la soledad, lo puedes pasar mal.
Una de las muchas capturas que "Satur" puede hacer durante su turno de trabajo, en este caso en Arcalís.
Sea en los Pirineos o en los Andes ¿Recibes muchas felicitaciones por el trabajo de pisar? ¿Qué piensas de las críticas que hacen algunos clientes?
En Argentina, en general, el cliente no suele decir nada, y si no dice nada significa que no se queja y entiendes que el trabajo habrá resultado bien. Pero a veces sí que te hacen llegar las críticas y en positivo. De todas formas, yo lo veo de otra manera y entiendo que estoy haciendo un trabajo gracias al cual sé que al día siguiente mucha gente lo pasará bien y podrá esquiar a gusto gracias al pisado de pistas. Y te llena de verdad saber que hay gente que aprenderá a esquiar o que te agradecerán inconscientemente el trabajo que tú has hecho unas horas antes. Lo que me molesta es cuando te llega una crítica que te viene de esquiadores que no saben de qué hablan. Hacen críticas sin saber lo que cuesta hacer ese trabajo o no pueden entender que un día el pisado de pistas tenga un resultado diferente de otro, aunque lo haya hecho el mismo conductor y la misma máquina. A ver, que también es verdad que en alguna ocasión el resultado quizás no es bueno, y que eso puede haber sido por mi culpa. Porque podría ser que ese día estuviera haciendo el pisado demasiado rápido o no hubiera repartido bien la nieve. Pero a veces he escuchado críticas que son por motivos que no están en absoluto justificados.
¿Cuál es la pista más complicada de trabajar en Núria, en Caviahue y en Arcalís?
En Núria lo es la Pala, porque es muy empinada, debe hacerse con cable y lleva su tiempo. En Caviahue pienso que es la 14 y su muro. Tiene la dificultad que es estrecha, hay una cornisa donde se acumula mucha nieve y resulta complicada de trabajar. Hay tanta nieve acumulada que no sabes ni qué hacer con ella. En Arcalís la pista más complicada es la Portella del Mig. Es una pista larga y con una anchura que en algunos tramos requiere 12 pasadas, pero sobre todo es complicado su primer muro de salida, muy largo.
Muy personal
¿Cuando y donde empezaste a esquiar?Sería en 1991, en Vall de Núria, cuando tenía 3 años.¿Cuál es tu estación de referencia?Es la Molina, porque realmente es la estación donde aprendí y progresé, donde hacía cursillos, etc. Mi padre llevaba el Club Esquí Ripoll y muy a menudo íbamos a esquiar a La Molina.¿Cuáles son las pistas que más te gustan de Vall de Núria, Caviahue y Arcalís?De Caviahue me gusta especialmente el Cañadón.De Vall de Núria la Pala Boja, supongo que para que el primer día que la vi bajar pensé que, si bajaba aquello, lo bajaría todo, ha, ha, ha!¿Qué te molesta más a la hora de esquiar: el viento o la niebla?El viento.¿Lo que más te gusta y lo que menos de tu trabajo?Lo mejor es que tengo horas para esquiar. Lo peor son los horarios, el trabajar de madrugada.¿Qué les dirías a los lectores de esta entrevista?Que en la vida tienes que confiar en los sueños y perseguirlos, porque a veces se cumplen. Esto es lo que me ha pasado a mí. Un día soñé que llevaría máquinas de estas y lo he conseguido, en el Pirineo y en la otra punta del mundo, en los Andes.
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