Asturias dice adiós a la temporada de esquí. Ha sido una semana antes de lo previsto, y los culpables son las altas temperaturas y la poca nieve, y es una pena no haber llegado a las vacaciones de Semana Santa, un periodo de buena afluencia que permite redondear o arreglar los balances de las estaciones.

 

Las altas temperaturas hace días que afectan a la Cordillera Cantábrica y unos grosores acumulados durante el invierno por debajo de lo normal han obligado a los responsables de los dos centros invernales a avanzar el cierre.

 

 

La decisión se confirmó ayer domingo, cuando Fuentes de Invierno anunciaba el cierre de la estación, mientras que Pajares ya no ha podido abrir hoy, ayer solo estaba esquiable un kilómetro de pistas. Se ha optado por la decisión más razonable, no quedaba apenas nieve y las previsiones meteorológicas no daban esperanzas de cambios a corto, por lo que se ha tomada la decisión de adelantar el cierre una semana, ya que la fecha prevista para el fin de temporada era el próximo domingo, coincidiendo con el final de la Semana Santa. 

 

Una campaña de invierno en Asturias que ha estado marcada desde el principio por la escasez del blanco elemento. Pese a que en noviembre cayó una buena nevada, la situación cambió radicalmente los días siguientes y los centros invernales no pudieron abrir sus pistas para el puente de la Constitución, tal y como tenían previsto.

 

 

 

Ayer domingo, después de un fin de semana con apenas 660 esquiadores, se dio por cerrada la temporada. Este fin de semana se disputaron en Pajares los juegos deportivos del Principado de Asturias de esquí alpino y snowboard en unas condiciones de sol y temperaturas de primavera avanzada.