La nieve primavera, un delicioso manjar para los paladares más exquisitos
Mediados de marzo en el valle de Arán, Foto Lugares de Nieve
Sat, 21/03/2015 - 15:26
Cada año, la primavera y el invierno coinciden, y al verse, la una quiere llegar y el otro no hace por irse. En medio de este romance efímero, está la nieve que los esquiadores atentos verán fundirse en los brazos del sol...
Hoy mismo, primer día de la primavera, el panorama es de lo más invernal. Así, cuesta ponerse de acuerdo, y unos colgarán ya los esquís o la tabla mientras otros querrán que siga la fiesta y que mientras haya nieve, no hay calores que valgan.
La cosa irá por barrios, que mientras en unos lados aún se ven (y están cayendo, como en Sierra Nevada en estos momentos) buenos espesores, en otros ya están las maletas preparadas para bajarse a la costa a hacer buceo, por ejemplo o a engrasar las bicicletas, que como todo el mundo sabe, son para el verano.
Rider: Luis Gómez Morán en Baqueira Beret, Foto: Ricardo Álvarez
Si tenemos en cuenta lo que predijo la Marmota Phil en su momento (a primeros de febrero), a pesar de que no es famosa por sus aciertos, sobre cuánto se alargará el invierno, ya va siendo hora de que vuelva a despertar de su letargo el simpático animalillo, y nos saque de dudas, que los que amamos los deportes de nieve estamos hechos unas ascuas.
Ya es primavera pero el invierno no quiere marcharse. Cada año el mismo dilema
Febrero es sin duda el mes de la nieve pero... ¿hay que colgar los esquís cuando su tiempo se acaba?. Temporada alta donde la haya, de mucha nieve y trabajo en las estaciones, con precios acordes a la circunstancia, de gran afluencia de esquiadores a las pistas que parece que no habrá un mañana, y es que este mes lo tiene todo. Yo no sé tú, pero llega marzo tras el vendaval de semanas blancas, vacaciones de invierno, carnavales, etc, y yo me resisto a decir aquí paz y después gloria colgando los esquís.
Nieve primavera en Sierra Nevada
Para mí, sigue habiendo vida tras el invierno, y la nieve, siempre caprichosa, tiene su aquel en primavera.
Empieza el momento del delicatessen. Bocaditos helados para los paladares más exquisitos; son entonces los esquiadores más entendidos los que, atentos al momento en que la nieve transforma y pasa de ser casi hielo a pura crema, ahí estarán para gozarla, que la gozas, una experiencia casi religiosa bajo tus esquís o tabla.
Las montañas, bien entrado marzo, alargándose por el mes de abril, y llegando incluso a mayo, se resisten a dar paso del blanco al verde y durante un rato, siguen ofreciendo suculenta nieve a quien sepa disfrutarla. Dura en la mañana, dulce y suave luego para acabar mustia y pegajosa como obligándote a abandonarla presintiendo el adiós definitivo que pronto habrá de llegar.
Muchas estaciones presentan muy buenos espesores al llegar la primavera. Peyragudes a mediados de marzo de 2015
Las estaciones de esquí quieren ayudar al romance primaveral con buenas e interesantes ofertas que, y ahí está lo raro, la mayoría del personal desoye, atrapado tal vez por los cantos de sirenas que ya se escuchan desde el mar. Y es este tiempo en que no pocos de estos centros ¿primaverales? de esquí se obligan a cerrar por falta de clientes, que no de nieve, a pesar de los buenos momentos que aún están dispuestos a dar nuestros esquís.
Cada año, el invierno y la primavera viven un particular romance, efímero sí, pero ver fundirse la nieve en los brazos del sol es un momento sublime, ¿te lo vas a perder?.
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