La Cerdaña es una meseta elevada de los Pirineos Orientales o Catalanes que gracias a su particular orientación, el sol la baña durante gran parte del año, y las altas montañas de entre dos y tres mil metros que la rodean cuyas nieves se extienden por tres naciones, convierten este territorio en un lugar ideal para la práctica de todos los deportes de invierno.